El anuncio del presidente colombiano, Gustavo Petro, de que su Gobierno comenzará a renegociar el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos fue criticado este jueves 17 por las imprecisiones del mandatario en cuanto a los objetivos y al alcance del proceso y los riesgos que eso conlleva.
«Quiero anunciar públicamente que comienza su renegociación (del TLC)», dijo Petro ayer en una reunión con cafeteros en Pitalito, en el departamento del Huila (sur), sin dar detalles.
Al respecto, el presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), Javier Díaz Molina, dijo que una cosa es revisar el TLC, firmado en 2012, algo que está previsto en el tratado, y otra diferente es renegociar, como afirma el presidente.
«Renegociar el TLC en un ambiente proteccionista como el que vive la política comercial de EE.UU., seguramente no resultará favorable para los intereses colombianos, podemos perder antes que ganar», manifestó Díaz Molina en su cuenta de X (antiguo Twitter).
REVISIÓN O RENEGOCIACIÓN
Por su parte, la presidenta ejecutiva de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham), María Claudia Lacouture, advirtió que «una renegociación del TLC requiere de la voluntad de los dos Gobiernos y en el caso de Estados Unidos, también se necesita aprobación de su Congreso».
«Teniendo en cuenta las elecciones que se avecinan en Estados Unidos y sus temas de política interna, no se ve que exista un interés de renegociar con Colombia. En cambio, sí hay posibilidades de revisar el acuerdo», manifestó.
La presidenta de AmCham recordó que desde su negociación, ambos gobiernos establecieron mecanismos de revisión para poder abordar diferencias que surjan entre las partes, algo que se hace a través de la Comisión Administradora del TLC, pero «se acordó que no se pueden hacer cambios en cuanto a tiempos, montos y porcentajes para subir aranceles».
Si en esa Comisión no se solucionan las diferencias es posible una renegociación, un proceso más complejo en el que «hay que tener en cuenta el principio de reciprocidad«.
«El TLC es un gana-gana», resumió hoy el embajador encargado de Estados Unidos en Bogotá, Francisco Palmieri, en un mensaje en su cuenta de «X».
PELIGROS A LA VISTA
En opinión de Laocuture, si Colombia busca aumentar aranceles, Estados Unidos puede pedir lo mismo para productos colombianos, «lo cual puede ser muy arriesgado para las empresas nacionales».
«Si Colombia desea renegociar el Tratado con Estados Unidos, es importante que el país conozca con precisión cuáles son los temas que quiere cambiar y tener en cuenta que un aumento en los aranceles a productos que hoy importamos desde EE.UU. podría generar incremento de precios y ser un nuevo golpe en la lucha contra la inflación», agregó la presidenta de AmCham.
En su discurso de ayer, Petro puso como ejemplo de los productos que quiere cambiar el maíz, del que dijo que si quisiera sembrarlo y generar 1,2 millones de puestos de trabajo, no podría hacerlo «porque me lo prohíbe el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, que firmaron hace unos años».
Según el exministro de Agricultura Andrés Valencia, no es cierto que el TLC prohíba la siembra de maíz en Colombia ni que la mayor parte del cereal que se consume en el país provenga de Estados Unidos.
«Los colombianos no sabíamos que gracias al TLC con los EE.UU., el maíz se convirtió en un cultivo prohibido», dijo Valencia en las redes sociales donde presentó tablas que muestran que «el año pasado se sembraron 300.000 hectáreas que produjeron más de 1,2 millones de toneladas del cereal».
Valencia indicó además que, según la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales (Fenalce), el 40 % del maíz importado este año por Colombia esta llegando de los países del Mercosur, y no de Estados Unidos, por lo que pidió «seriedad» al presidente con estos asuntos.
El presidente de Analdex, por su parte, dijo que aún en caso de que Colombia llegue a renegociar «para poder subir los aranceles al maíz proveniente de Estados Unidos», el cereal «seguirá llegando con cero arancel de Canadá o Argentina». EFE