Una responsabilidad con la democracia

Cuando los derechos se vuelven una generalidad, la perspectiva de su valor tiende a perderse.  El derecho a votar, por ser una obligación o por la frustración de los resultados, podría tomarse a la ligera; sin embargo, vale la pena recordar que la capacidad que tiene la sociedad de decidir sobre quienes deben representarla fue fruto del esfuerzo en las luchas independentistas y las causas sufragistas.  La conquista de la soberanía y la autodeterminación costó incluso vidas, todo para que este 20 de agosto cada individuo pueda acercarse a un recinto electoral y decidir.  Esa es nuestra responsabilidad con quienes se sacrificaron y con la democracia. 

 

Poner en contexto el derecho a votar requiere reconocer el sacrificio de otros en el pasado, pero también el compromiso con los que vendrán.  Por ello, atendiendo la necesidad y la realidad de cada uno, por distante que parezca de aquellos que están en la papeleta, hay que tomar una decisión y votar.  Por respeto a mujeres que hace tan solo un poco más de cien años conquistaron este derecho a costa de sus vidas, hay que honrar su sacrificio, y acercarse a votar, no solo porque es una obligación sino porque es nuestra responsabilidad con la democracia.  

El Ecuador vive momentos de profunda inestabilidad y la frustración de la población frente al fracaso de la clase política conduce a mayor apatía, particularmente en aquellos que están por primera vez enfrentando este momento cívico.  Ante este desafío, la población más numerosa en el electorado, la de los jóvenes, aquella que más se ha desconectado de la conversación política, debe hacer un esfuerzo e involucrarse en una decisión que podrá incidir directamente en su futuro. Hay que acercarse a votar.  

Las opciones son varias, puede ser el voto nulo, en blanco, o por cualquiera de las candidaturas que están en las papeletas. Todas son alternativas válidas si se hacen de manera informada y con el anhelo de vivir en una sociedad donde vuelva la convivencia, la paz y el bienestar. Hay que acercarse a votar porque es nuestra responsabilidad con la democracia.