San Salvador.- La Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús, con sede en San Salvador, condenó este sábado el «desalojo» de la residencia en Nicaragua en la que habitaban seis sacerdotes jesuitas que estaban a cargo de la Universidad Centroamericana (UCA), clausurada esta semana por la Justicia del país.
La Compañía de Jesús señaló, en un comunicado, que «condena este atropello» y manifestó «su confianza en que el Señor de la Historia siga acogiendo bajo su bandera a los jesuitas de Nicaragua en estos momentos».
La orden religiosa relató que «la Policía nicaragüense se presentó junto a miembros del poder Judicial en la vivienda de los jesuitas para exigir su desalojo argumentando que esa vivienda es también propiedad del Estado de Nicaragua».
Detalló que «los sacerdotes mostraron a los agentes la documentación de escritura de propiedad de la UCA y de la Compañía de Jesús; sin embargo, los agentes hicieron caso omiso de la documentación y se les ordenó dejar la casa, permitiéndoles sacar únicamente algunos objetos de uso personal».
Apuntó que «los seis miembros de la comunidad obedecieron las órdenes de la autoridad y se retiraron de la vivienda» y agregó que «los jesuitas desalojados se encuentran bien en un lugar seguro».
El allanamiento de la residencia de los sacerdotes ocurre en el marco del cierre de la jesuita UCA, uno de los centros de estudios privados más prestigiosos de Nicaragua.
El Gobierno nicaragüense publicó el viernes en el Diario Oficial La Gaceta un acuerdo del Ministerio de Gobernación en el que se aprueba la cancelación de la personalidad jurídica de la UCA, otorgada el 13 de agosto de 1960, y ordena el decomiso de sus bienes.
La Justicia de Nicaragua ordenó esta semana traspasar los bienes muebles e inmuebles, así como las cuentas bancarias de la UCA, al Estado, luego de ser acusada por el Ministerio Público (Fiscalía) de ser un «centro de terrorismo, organizando grupos delincuenciales».
La UCA confirmó el miércoles el oficio y rechazó los «señalamientos infundados» de las autoridades.
En razón de ese oficio, la universidad jesuita, cuyo rector era el sacerdote Rolando Enrique Alvarado López, decidió suspender sus actividades académicas y administrativas.
Las autoridades congelaron la semana pasada las cuentas bancarias e inmovilizaron las propiedades de la UCA, mientras que el lunes un organismo adscrito a la Corte Suprema de Justicia revocó la acreditación del Centro de Mediación de la universidad, unas medidas que se han ejecutado en medio de los roces entre el Gobierno de Ortega y la Iglesia católica nicaragüense. EFE