Esta semana inició el año lectivo 2023-2024 en los planteles fiscales, sin embargo, la comercialización de calzado escolar ha sido baja. Así lo expresaron los propietarios de almacenes ubicados en el Centro Histórico.
Y es que la industria del calzado fue una de las más afectadas por la pandemia de 2020 y su recuperación avanza a un ritmo lento.
Marina Feijoo, propietaria de ‘Megacentro Bunky’, explicó que esta temporada se ha registrado una baja demanda en relación a 2022, cuando sí hubo una recuperación en las ventas después de la emergencia sanitaria.
“Estamos tratando de cumplir la meta prevista para este 2023. Hay instituciones privadas que entrarán a clases en septiembre, al momento hemos alcanzado un 60% de lo planificado en ventas, esperamos en los próximos días acercarnos al 100%”, indicó.
En el sector de la 9 de Octubre y en las calles del Centro Histórico existen diferentes locales de venta de zapatos escolares para todas las edades, que se pueden adquirir desde los 15 dólares en adelante.
Materia prima
María Fernanda Correa, dueña de la fábrica de ‘Calzado Metro’, señaló que la materia prima e insumos para la elaboración de zapatos ha incrementado hasta en un 50% en lo que es plantas, cuero, pega y cordones que se compran a Colombia.
Madres de familia compran calzado escolar en ‘Calzado Metro’, en la General Torres. XCA
Sin embargo, agregó que han tratado de mantener los precios del año anterior para “no afectar el bolsillo de los padres”, aunque esto reduce el margen de utilidad de los productores.
“A raíz de la pandemia los insumos han ido subiendo de costo, pero entendemos que la gente no está en posibilidades de gastar más en la situación actual”, expresó.
Guillermo Llumiquinga, propietario de la tienda ‘Pony’ en Cuenca, aseguró que la industria del calzado no llega a cifras prepandemia y “aún están tratando de levantar cabeza”.
“Los precios en los últimos años no han variado porque queremos recuperarnos de la crisis que dejó la pandemia y el paro de 2022, que frenó la recuperación económica que se venía dando. No hemos llegado a los niveles prepandemia, estamos en un 50% del camino”, aseguró.
Guillermo Llumiquinga comercializa calzado en la tienda Pony, en la calle Sucre.
Informalidad
Asimismo, los productores de calzado local y los comerciantes expresaron su preocupación, por un lado, por las ventas informales que generan una competencia “ilegal” y “desleal”, y por otro, por la inseguridad que se registra en algunos sectores.
“Los ambulantes y los informales tienen sus carros con zapatos y no hay control. Esto afecta las ventas entre un 25% a 30%. Tampoco hay control en seguridad. Nos hemos visto obligados a cerrar los locales más temprano. Antes atendíamos hasta las 21:00 en temporada de clases, ahora máximo hasta las 19:00”, lamentó Patricio Amoroso de ‘Megacentro Bunky’, local ubicado en el sector de la 9 de Octubre. (PNH)-(I)
