Segunda vuelta

Tito Astudillo Sarmiento

El anglicismo clivaje refiere: segmentación, quiebre, disociación, escisión, fragmentación, dibujando las líneas de conflicto o división de un colectivo y, que influyen en su adhesión y comportamiento, principalmente, político electoral; se fundamenta en un constructo cuasi maniqueísta de un imaginario binario.

Correa la ganaba en primera, sus tres candidatos en sucesión han pasado a segunda vuelta en los comicios presidenciales de 2017, 2021 y 2023, desde los tiempos de Patria Altiva y Soberana, pasando por la Unión por la Esperanza, hasta hoy, como Revolución Ciudadana, el Correísmo se ha consolidado como una fuerza política nacional con estructuras promotoras y detractoras sólidas, que encierran cerca de las dos terceras partes del electorado.

El Correísmo, discursivamente, se ubica sobre el eje de la izquierda nacionalista Latinoamérica, su detractor natural es la derecha liberal, contendor que le permite desarrollar su narrativa y validar su posición.

Ajeno al clivaje, Noboa llega, a la segunda vuelta, tras un fugaz paso por la Asamblea destituida por la “muerte cruzada”, llega armando de un discurso diferente, pragmático, empresarial, dinámico; un discurso que, con carta natal en la derecha neoliberal, pretende conexión, más allá de las ideologías, con las realidades y las expectativas de los grupos etarios más jóvenes.

El clivaje es una base sólida para la configuración de una plataforma inicial, insuficiente para alcanzar la meta electoral en segunda vuelta; clivaje, identificación, aspiración; la conexión emocional necesaria para alcanzar la adhesión demanda un discurso renovado, diferente, disruptivo, un discurso que, más allá de las ideologías y las remembranzas de lo que fue, nos conecte con lo que será a partir de lo que es… (O)