Un frente por el Azuay

A diferencia del panorama político nacional, la provincial del Azuay nuevamente ha sido un ejemplo de unión y altura de miras.  El gesto que los virtuales asambleístas provinciales han mostrado, al expresar su interés por llevar adelante una agenda común por el Azuay, es una señal de madurez y responsabilidad que se debe reconocer.

Si bien el período legislativo será corto, estos 18 meses exigen concreción en la agenda.  Los cinco asambleístas de tres tiendas políticas distintas – algunas diametralmente opuestas – han sido capaces de establecer temas en común que en Cuenca y el Azuay requieren prioridad.  Ellos han propuesto una agenda en materia de seguridad, descentralización, medioambiente y la aplicación de la ley 047 en relación a la entrega por las regalías de las hidroeléctricas.

Las voces unidas en el Azuay permitirán tener un discurso más fuerte ante los atentados centralistas en contra de la autonomía energética de la región.  Está claro que las decisiones administrativas tanto sobre la administración de la Empresa Eléctrica Regional Centro Sur, así como sobre el traslado de las reservas de Gas Licuado de petróleo de Challuabamba requieren posturas unificadas de la clase política local. De igual manera una mayor exigencia sobre políticas y acciones contundentes para evitar perder el control en seguridad y crecimiento de la violencia.  En ese aspecto la decisión gubernamental sobre la Cárcel de Turi requiere el ojo fiscalizador de los asambleístas del Azuay.

Es una buena señal tener un frente por el Azuay y que éste venga de las voces políticas indistinto de los signos ideológicos y proyectos gubernamentales que profesen.  Cuando la causa es común, las diferencias quedan a un lado.  Eso se aplaude.