Roma.- Casi 4.000 inmigrantes saturan hoy el único centro de acogida de la pequeña isla italiana de Lampedusa (sur), con capacidad para solo 400, después de una noche de desembarcos incesante a través del Mediterráneo central.
Este sábado la instalación acogía a 3.893 inmigrantes y las autoridades se afanan ahora en aligerar la situación, trasladando en barcos a estas personas a otros puntos del país, según informan los medios locales.
Lampedusa, el enclave italiano más sureño, a poca distancia de las costas de Túnez y Libia, ha vivido otra noche de llegadas incesantes de inmigrantes y a su puerto han arribado en pocas horas 53 pateras.
Actualmente el flujo migratorio entre el norte de África y el sur italiano y europeo continúa, favorecido por las buenas condiciones meteorológicas en el mar durante el verano.
En lo que va de año han desembarcado en Italia 107.530 inmigrantes, más del doble que en el mismo periodo del año pasado (52.954), según cifras oficiales del Ministerio del Interior.
Ante esta oleada el Gobierno italiano de la ultraderechista Giorgia Meloni ha recurrido a menudo a la ayuda de los barcos humanitarios.
Sin embargo, hace dos días decretó el bloqueo de tres naves de salvamento por diversos motivos: por llevar a cabo más de un rescate, en dos de los casos, y por atracar en otro puerto distinto al asignado.
El Open Arms, de la ONG española homónima, quedará bloqueado por 20 días por efectuar varias operaciones de salvamento cuando navegaba hacia el puerto asignado, de Marina de Carrara (noroeste), donde ayer desembarcó a 195 personas que había socorrido en los últimos días.
La misma sanción y por la misma causa ha sido impuesta a la nave alemana Sea-Eye 4, mientras que el Aurora, de la ONG alemana Sea Watch, fue sancionado por atracar en Lampedusa (sur) en lugar del puerto asignado.
El Gobierno de Meloni, que llegó al poder en octubre del año pasado prometiendo en campaña entre otras cosas una gestión más dura de la inmigración, ha complicado las tareas de las ONG como parte de su política migratoria, al obligarles a hacer un solo rescate o enviarlos a puertos muy lejanos.
Por ejemplo, la nave Ocean Viking, fletada por la organización SOS Méditerranée, acoge a bordo a 438 inmigrantes salvados en varias operaciones en aguas del Mediterráneo central pero tendrá que desembarcarlos en el lejano puerto de Génova (norte). EFE