Ha pasado casi una semana desde las elecciones anticipadas. Han surgido dos finalistas que sorprendieron incluso a los analistas más experimentados. Se habló mucho sobre escenarios en los que el correísmo se enfrentaría en segunda vuelta contra Otto, Topic, Yaku o Zurita, pero al final no fue así. Apareció un contrincante al que no se esperaba.
Seamos sinceros. Noboa no estaba en el radar electoral. Sin embargo, su trabajo de hormiga en el territorio sorprendió. No creas que solamente el debate lo ayudó a cautivar al electorado. Las visitas a los barrios, las brigadas médicas y los proyectos solidarios permitieron conectar con los votantes.
Estas semanas son cruciales para los aspirantes a Carondelet. Estamos a punto de presenciar una campaña completamente nueva. Las tácticas de la primera vuelta no serán las mismas en estos días. Verás cómo el comportamiento agresivo en las redes sociales nos sorprenderá. Se dirán de todo y se sacarán a la luz los pasados más oscuros para dañar la imagen del contrincante.
Esperemos que el país no se divida aún más. Ya tenemos suficiente con los altos índices de delincuencia, robos, asesinatos, estafas con vacunas y otros problemas que estamos soportando. Necesitamos propuestas serias, acciones concretas y viables para restablecer el orden en el país.
Ni «pelucones» ni pobres. Ni blancos ni negros. Ya es suficiente con esta polarización. Necesitamos unidad en la clase política, especialmente en la Asamblea Nacional. Ese espacio debe ser utilizado para promulgar leyes que beneficien a los ciudadanos en lugar de convertirse en un obstáculo para todas las propuestas del Ejecutivo. En vez de celebrar el «Día de la Mandarina», deberían proporcionar herramientas jurídicas para enfrentar a los narcotraficantes que mantienen al país sometido.
Así que, my friend, tenemos otra oportunidad. Analicemos con calma quién puede sacarnos de esta situación. (O)
