Campaña para combatir los incendios forestales contará con herramienta lúdica y participativa

Por primera vez, en Azuay, el Ministerio del Ambiente, con el apoyo del Servicio Forestal de los Estados Unidos, utilizará la “Mochila de Prevención de Incendios Forestales”, una herramienta lúdica y participativa, cuyo objetivo es enseñar a prevenir las quemas de los bosques y áreas protegidas.

Para el uso de la mochila se realizarán treinta charlas de educación ambiental en toda la provincia azuaya. Cada una de estas capacitaciones estarán destinadas a las instituciones educativas y a las personas que vivan cerca de las áreas protegidas.

Giordano Torres, coordinador de la zona 6 del Ministerio del Ambiente, explicó a El Mercurio que la mochila contiene material lúdico que ya ha sido utilizado en Perú y Bolivia. Ahora la idea es probar en Ecuador y evaluar los resultados como herramienta de prevención.

La mochila forma parte de una campaña de prevención que fue presentada ayer por el Ministerio del Ambiente, el Cuerpo de Bomberos de Cuenca y la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR), instituciones que se han unido en un momento en que los incendios forestales han vuelto a afectar la naturaleza azuaya.

El último incendio se registró en Chacauhizho y Yunguillapamba, en Oña. Los bomberos de ese cantón, conjuntamente con los bomberos de Saraguro y la comunidad, tuvieron que enfrentarse a una línea de fuego que tenía al menos tres kilómetros.

Tras un arduo trabajo que se extendió hasta la mañana de ayer, los bomberos lograron contralar el fuego que terminó por quemar 70 hectáreas de la naturaleza de Oña.

Incendios provocados

Azuay, según los datos de la Secretaría de Gestión de Riesgos, se encuentra en el quinto lugar en donde más incendios forestales se han registrado en Ecuador, solo después de Loja, Imbabura, Chimborazo y Pichincha.

Este año, 688 hectáreas de naturaleza se han quemado en la provincia azuaya, principalmente en Nabón, Sígsig y Cuenca. La SGR cree que el 99% de esos incendios fueron provocados por las personas.

“Lo que tenemos que hacer, si salimos al campo, es cerciorarnos de que, si hacemos una fogata, luego esté apagada. Los grandes fumadores a veces se olvidan de apagar una colilla, y por una colilla viene una grande afectación”, dijo Milton Benítez, coordinador de la SGR en Azuay, Cañar y Morona Santiago.

Además de la afección a la naturaleza, los incendios forestales tienen su costo, de acuerdo al Ministerio del Ambiente. Dependiendo de la magnitud del suceso, combatirlo, puede costar entre 7.000 y 50.000 dólares.

Con esos datos y con una campaña lúdica y que informe, las instituciones esperan que la población tome las debidas precauciones para evitar que el número de hectáreas quemadas siga aumentando en la provincia del Azuay. (I)

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