Después de varios meses de no haber ingresado a las redes sociales ni a los medios de comunicación, debido a una imprevista y grave afección de mi quebrantada salud, una vez recuperado, aunque no en su totalidad, decidí volver a la palestra para expresar mi modesto pensamiento sobre temas que afectan a la colectividad y a nuestra sociedad, y que deseo compartirlos con ustedes queridos lectores, desde luego respetando el pensamiento y la opinión ajena, aunque no la comparta, por ello hoy vamos a concentrarnos en la segunda vuelta electoral, que se ha iniciado para elegir al sucesor de Guillermo Lasso , que por la voluntad soberana del pueblo ocupará el sillón presidencial en Carondelet, disputa que se lleva a efecto entre dos candidatos presidenciales que van al balotaje por no haber obtenido la mayoría de sufragios para calificar en la primera vuelta, ellos son los presidenciales LUISA GONZALEZ y DANIEL NOBOA. Es la oportunidad para llevar adelante una campaña electoral con altura sin dejar de lado la cordura y la tolerancia, para no seguir alimentando el odio entre ecuatorianos, ni ahondando la polarización de fuerzas políticas que ha sido la constante , que nos ha llevado a una crisis política difícil de superar y que solo puede ser factible con la buena voluntad de cada compatriota y el renunciamiento a intereses personales o de grupo , buscando el bien común de los ecuatorianos . Debemos unirnos ante la adversidad para sacar el país adelante, es el momento de dejar rencillas entre los sectores políticos y votar por el candidato que haga propuestas claras y factibles. Es la oportunidad de volver los ojos al Agro para impulsar la producción agrícola que es un renglón importante, se debe impulsar la industria creando fuentes de trabajo para los desocupados, esto es fomentado fábricas que necesitamos para nuestro desarrollo. En Ecuador se espera que lejos de polemizar se incluya en la agenda de los candidatos medidas popularmente respaldadas y transversales. De otra parte es necesario que los Asambleístas elegidos, se unan bajo una lógica de gobernabilidad y no de revanchismos, finalmente se debe desterrar la conflictividad social que se ha desarrollado como producto de una democracia endeble cuyos integrantes de las diferentes bancadas sumisos al partido, no actúan racional y reflexivamente. La tozudez y la prepotencia en ningún gobierno es «buena consejera» hay que ceder posiciones a través del dialogo, y eso no quiere decir demostrar debilidad, sino firmeza con racionalidad, respetando las posiciones contrarias y sosteniendo las propias con inteligencia y tolerancia. (O)
Send an email 
