Es un vocablo compuesto que cada vez está siendo más utilizado en la sociedad, por el hecho del incremento preocupante de tontos útiles que están al servicio de ciertos intereses. Vocablo usado para describir a alguien que es manipulado y manipulable por cualquier movimiento, ideología política o afines, que desconoce los verdaderos objetivos del grupo, además que creen que están defendiendo causas o intereses legítimos, lo que les hace vulnerables a ser sumisos con mucha facilidad.
El tonto útil nace del facilismo, de la ignorancia y del desinterés por pensar o informarse, prefiriendo dar oídos a algún “superior” o “vivo sabiondo”, que suele no ser neutral, antes, por el contrario, es el interesado en tener más gente con esta característica y que cumpla con oportunistas intereses. Dentro de los tontos útiles está la subcategoría de los “más tontos”, aquellos que después de aceptar un hecho, le suman más características, y que por nada aceptan sus errores, antes, por el contrario, responden al “rival” con insultos, agresiones y se aferran tontamente al argumento sembrado en su cerebro.
Lo mencionado induce a interrogarnos: ¿Cuántos tontos útiles habrá en el Ecuador”, a sabiendas de la enorme cantidad de informaciones falaces que pululan en las redes sociales y en otros medios de comunicación; en donde muchos osadamente manifiestan ser los dueños de la verdad, los salvadores, los inmaculados y que los otros “no saben hacerlo”; habiendo también, muchos que los creen y cándidamente asimilan para irse sumando a los, no pocos, tontos útiles que se incrementan en un entorno en donde se requiere del derecho a la duda, de varios criterios y de mayor información, evitando que nos den pensando y eligiendo nuestro futuro.
Por los mencionado, aupamos a la población a informarse de varias fuentes, a dudar, a emitir nuestros criterios, porque el país requiere de gente con la mente abierta, dispuesta a recibir diversas posiciones y sugerencias, en función de un Ecuador con futuro, caso contrario seguiremos viviendo en un mundo de tontos útiles. ¡EL CREADOR NOS SALVE! (O)
