Una vez que se entra en el terreno del juego, todo queda atrás. Los problemas y el estrés del día a día tienen que irse porque cuando los cascos, los chalecos, los zapatos y las gafas están impregnados al cuerpo, la vida es otra.
Entonces, antes de empezar con la “batalla”, hombres y mujeres, con sus manos, se afianzan a las réplicas, nombre que reciben las herramientas que usarán para disparar bolitas de plástico y defenderse del “enemigo”.
Así se resume lo que tienen que hacer, en los primeros minutos, aquellos que practican el “airsoft”, un juego que simula una actividad militar.
En Cuenca, cada vez hay más personas que lo juegan, a tal punto, que hay clubes y espacios que han sido adecuados para que el airsoft se desarrolle como se lo practica en otros países.
Entre los clubes que se han dedicado al airsoft está el Force One, que cada fin de semana sus integrantes se reúnen para jugar. Jóvenes y adultos, en espacios abandonados o en lugares alejados de la ciudad se adentran a una batalla que puede durar desde cuatro horas hasta un día y medio.
“Siempre buscamos lugares abandonados, nos camuflamos entre árboles, en bosques, o jugamos en lugares cerrados. Todo depende de la modalidad. Lo único que no cambia es nuestro enfoque, que es que no deben dispararnos”, contó Esteban Quito.
Esteban es integrante de Force One, y desde hace tres años y medio practica el airsoft. Su pasión por ese deporte lo llevó a adecuar un terreno en Nabón para que, junto con sus compañeros, armen las batalla que pueden tener distintas modalidades.
En su caso, Esteban y sus compañeros practican tres modalidades. La primera se trata de “entrar y limpiar”. Es decir, en una casa abandonada los jugadores deben rescatar a un rehén o desactivar una bomba.
La segunda se desarrolla en un ambienta mucho más grande. Allí, sea cual fuere el objetivo, debe simularse un plan operativo y deben usarse réplicas más sofisticadas y hasta radios para comunicarse.
En la tercera modalidad se enfrentan dos equipos de cinco jugadores. El único objetivo allí es eliminar al otro, y, para eso, deben disparar las bolitas de plástico.
“En este juego no hay un árbitro porque es un juego de honor. Aquí la persona que recibe un disparo tiene que alzar la mano y decir baja”, explicó Esteban.
Estrategias y tácticas
Las claves del airsoft son las estrategias y las tácticas. No es solo entrar en el juego y disparar por disparar. Lo jugadores tienen que saber que, si disparan, debe llegar a su objetivo, que es el otro equipo.
Por eso es que, de cada lado, se arma un plan. Es aquí cuando entran los jugadores experimentados.
Por ejemplo, en el caso de Force One, el club cuenta con Adrián Calle, quien es experto en seguridad pública. Su conocimiento lo ha llevado a aplicar en el deporte del airsoft.
“Aquí se hace una simulación del combate, hay que saber de estrategias para tomar un misil, para tomar un campamento, entonces es toda una estrategia militar”, dijo Calle a diario El Mercurio.
En cada salida, Adrián les enseña sobre técnicas de combate, cartografía y orientación, que, conjugadas, dan los resultados que buscan: ganar.
Jugar airsoft
Uno de los objetivos de los integrantes de Force One buscan es que la simulación militar cuente con más adeptos. Para ello están invitando a que todas las personas sean parte de los juegos que arman cada domingo.
Niños y adultos pueden unirse a las partidas. Lo único que deben hacer es enviar un mensaje al Facebook del club (@ForceOneCuenca) o pueden comunicarse al número: 0980087596. (I)