Día Internacional de la Democracia

Hugo Lucero Luzuriaga

La Asamblea General de las Naciones Unidas resolvió que el día 15 de septiembre se conmemore el “Día Internacional de la Democracia”, aceptando que es la mejor forma de gobierno para los pueblos, donde se atribuye la titularidad del poder al conjunto de la ciudadanía; en este contexto, conocemos por historia y de los que “nos dicen” que somos un país democrático, sin embargo, nos preguntamos: ¿Vivimos realmente en democracia?, en verdad lo único que nos consuela es aceptar la sentencia de Winston Churchill: “la democracia es el peor sistema de gobierno a excepción de todos los demás que se han inventado”

En nuestro país surgen muchas interrogantes y verdades que nos hacen dudar que vivimos en democracia, a saber: ¿La voluntad del pueblo se ha ratificado en las urnas? …estamos siempre hablando de fraudes, incluso hoy el CNE está generando muchas dudas. ¿Existe la independencia de poderes? …desde hace rato se puede percibir que hay intromisión de un poder en el otro y que la corrupción campea como nunca en la historia. ¿Hay libertad de expresión? …muy dudoso, a sabiendas que con frecuencia se interviene o denigra a los medios de comunicación libres. ¿Los recursos del Estado están bien administrados? …se dilapidan y se incrementa la deuda del país. ¿Estos recursos se distribuyen equitativamente? …lo opuesto, predomina el centralismo y la viveza criolla. ¿La Justicia actúa como tal? …al contrario, funciona de acuerdo con intereses de los poderosos en detrimento de los más débiles. ¿Realmente tenemos gobierno del pueblo para el pueblo? …una utopía.

En definitiva, con estas pocas consideraciones nos preguntamos: ¿Vivimos en democracia? …una interrogante que no es nada difícil deducir y contestar, empero, siguen hablando de democracia los de arriba, y más cuando estamos a puertas de una nueva elección que cambiarán de nombres en el poder, pero la democracia seguirá en dudas mientras el pueblo no se haga respetar en función de vivir en un espacio de todos y para todos, en donde las leyes se hagan y se apliquen a todos por igual. No se trata de azuzar al pueblo a una rebelión, pero sí a un cambio de actitud, de pasar de ser pasivos a activos reclamadores del derecho a vivir en democracia.

¡OJALÁ NO SE NOS ACUSE QUE ESTAMOS ATENTANDO EN CONTRA DE ESTA CARICATURA DE DEMOCRACIA ¡ (O)