Gregorio Marañón, ilustre sabio, decía con tanta razón: “la verdadera grandeza de la ciencia, además del conocimiento, acaba valorándose por su utilidad». La ciencia moderna pertenece a la sociedad entera y pierde su sentido si está encerrada en poder de su descubridor. Tiene, necesariamente, que terminar siendo fuente de progreso y bienestar para todos. Conocimiento, ciencia y progreso social van de la mano.
Louis Pasteur al decir «si no conozco una cosa, la investigaré», estaba dando respuesta a las necesidades de los ciudadanos y comprometiéndose socialmente. De esta forma, con sus descubrimientos, provocó avances gigantescos en un buen número de procesos industriales, médicos y farmacológicos. Logró que mejorase desde la fabricación de la cerveza, o la obtención de la seda, hasta la detección de enfermedades contagiosas y el desarrollo de vacunas. Este ejemplo sirve para que todos nos empeñemos en mejorar los procesos productivos.
Los descubrimientos de Copérnico, Galileo, Newton, Darwin, Einstein, Watson, Crick permitieron el desarrollo de nuevas disciplinas como la astronomía, la biología, la física, la biología molecular y la tecnología, promoviendo un nuevo marco de conocimiento que permitió un extraordinario avance en la agricultura, la industria y el comercio, y que dio lugar a una prosperidad que, a su vez, permitió un mayor desarrollo de las artes.
Hoy la lucha contra el cambio climático, la crisis energética, el envejecimiento de las sociedades occidentales y los flujos migratorios representan, sin duda, situaciones que requieren nuevas formas de pensar, de vivir, de actuar y cuyas soluciones quizás serán tan relevantes hoy como la revolución industrial lo fue para la superación del Antiguo Régimen y entonces se requiere de nuevos conocimientos y nuevas formas de encarar los fenómenos naturales y sociales. La ciencia está en proceso de desarrollo incontenible. Seguiremos necesitando, pues, la curiosidad, la creatividad, la inteligencia, el rigor, la constancia y la inagotable sed de conocimiento de los científicos, para seguir haciendo de este planeta un hábitat más amigable para sus miles de millones de habitantes. (O)