Jugando con ventaja

Uno podría imaginar que en sus cuarenta y tantos, se es todavía un tipo joven, salvo por el hecho de que, a los ojos de nuestros adolescentes, venimos del mundo anterior a las redes sociales, insumo sin el cual no se puede imaginar la vida.

¿Cómo se encontraban los amigos sin coordinar por mensaje y enviar la ubicación? Pues en realidad era sencillo, porque los lugares estaban preestablecidos, al punto que definían el nombre del grupo. Así, quienes se encontraban en una tienda pues, se llamaban “La Tienda”, y si la cosa era junto a un viejo muro, pues entonces “El Muro” o “Los Arcos” para un caso análogo. En otros casos podría resultar que la jorga acudiera a un local comercial, de donde provenían nombres curiosos como “Don Pizza” o “Bla Bla”, llegando a derivaciones como aquella de encontrarse en un puente y, en consecuencia, adquirir el gentilicio de “Puenteros”. O si no, cortar camino y llamarse “La Jorga”, así a secas.

Sin embargo, más allá de esto, lo que sí resulta verdaderamente inaudito para las nuevas generaciones, lo que no se puede comprender, es que uno hubiera logrado conseguir novia, sin la vital asistencia del Instagram o el WhatsApp. Y bueno, en eso estamos de acuerdo. Los adolescentes de hoy juegan con ventaja pues antes la gente no iba por la vida con una etiqueta que diga “relación: es complicado” ni posteaban estados del tipo “#MeSientoSola” o “necesito un abrazo =(“.

Por el contrario, la conversación había que iniciarla de frente, preguntando primero si tiene novio para, si la respuesta era negativa o al menos ambigua, iniciar un complejo protocolo que implicaba pedir el número (el fijo), llamar por la noche cuando contestaba el papá, hablar con el papá, dar antecedentes familiares, delictivos, y llamar de nuevo, por espacio de al menos un mes; combinando el ritual con apariciones furtivas a la salida del colegio. Lo que sucedía después, bueno, eso ya dependía del artista, de no mostrar el hambre y de algún as bajo la manga que, por fortuna, podía llevarse con un mínimo de discreción, como yo pretendo hacerlo aquí:  #amimedecianquesi… (O)

CMV

Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.

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