Cuenca.- El bosque Machángara – Tomebamba fue declarado como área protegida, la cual se incorpora al Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Ecuador en la categoría de «Refugio de Vida Silvestre Machángara -Tomebamba».
Esta zona tiene una superficie de 24.958,24 hectáreas de ecosistemas frágiles altoandinos.
Ayer, el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) entregó el Acuerdo Ministerial de declaratoria de área protegida.
El Refugio de Vida Silvestre Machángara -Tomebamba aporta a la conectividad de ecosistemas que requieren su conservación para seguir sosteniendo servicios ambientales fundamentales para el desarrollo local como son la dotación de agua cruda, regulación hídrica, almacenamiento de carbono y sostenimiento de procesos ecológicos.
Además, esta área dota de agua potable aproximadamente al 70% de los habitantes del cantón Cuenca y otros sistemas comunitarios en los cantones Biblián y Cañar. De igual forma, esta zona permite la generación hidroeléctrica y el agua de riego para alrededor de 5.000 usuarios.
La entrega del acuerdo ministerial se cumplió en la represa Chanlud, la cual se encuentra ubicada en la cuenca alta del río Machángara, a una distancia de 45 kilómetros al noroccidente de la ciudad de Cuenca, provincia del Azuay, a 3.500 metros sobre el nivel del mar.
Giordano Torres, director Zonal 6 del MAATE, expresó que la declaratoria de área protegida es un momento histórico para las zonas que conforman el bosque Machángara-Tomebamba.
La conservación de esta área inició desde 1985 al ser considerada como bosque protector; cerca del 97 % está constituido por ecosistemas de páramos, humedales y bosques de polylepis.
Alberga importantes especies de fauna y flora: ojos de anteojos, pumas, el cóndor andino, la nutria de río y una riqueza importante de biodiversidad.
Esta zona de páramo representa un área de retención y regulación hídrica que abastece a los sistemas integrados en la cuenca del Machangara y también permite la generación hidroeléctrica con la central de Saucay y Saymirín, produciendo alrededor de 93.5 megavatios.
Torres señala que es necesaria la participación de los ciudadanos con el cuidado de la naturaleza, ya que se trata de un territorio muy frágil. (I)