Las fronteras se van borrando del imaginario universal gracias a las tecnologías de la comunicación que, cada vez con más precisión, informan del acontecer cotidiano de diferentes países y ciudades y, desde luego, de las grandes metrópolis y su acontecer festivo, como es el caso de Múnich y su famoso Oktoberfest, (Fiesta de Octubre), Fiesta de la Cerveza, que se celebra, en esta metrópoli cosmopolita, desde 1810, entre septiembre y octubre. Se inició con motivo de la boda del Príncipe Luis I de Baviera con Teresa de Sajonia, festividad que duró cinco días con deportes ecuestres como evento central.
Cuenta mi nieto Tomás quien, desde hace un año, estudia en la Universidad Tecnológica de Munich que, en este su primer periodo vacacional, visitó Oktoberfest, en el Parque Theresienwiese, Prado de Teresa y disfrutó de los atractivos y hospitalidad del Oktberfest, me envía impresiones, historias, fotos y videos. El recinto festivo, diseñado y preparado por las cervecerías de Múnich, en un área de 72 hectáreas, abarca una infraestructura con capacidad para albergar alrededor de siete millones de visitantes en los 15 días festivos y de servir alrededor de 14.000 litros de cerveza, en una hora y en una sola carpa. Es que, Oktoberfest, es el festival más popular de Alemania y uno de los más visitados del mundo. Se abre con la llegada de los Wiesnwirte (los dueños de las cervecerías) quienes desfilan por la ciudad con carros a caballo cargados de cerveza y la apertura del primer barril por el Alcalde de la ciudad. Un multitudinario desfile de trajes nacionales tradicionales.
Este festival, desde su inicio en 1810, ha seguido creciendo e incorporando nuevos elementos culturales: feriales, gastronómicos, folklóricos, musicales, recreativos, etc., se ha repetido, puntualmente, en sus casi 200 años de existencia, suspendido solamente en 24 ocasiones, debido a eventos catastróficos. Se inicia a mediados de septiembre, siempre sábado y culmina el primer domingo de octubre. Este año, como todos, es una fiesta que atrae al turismo universal, como si, parafraseando, todos los caminos conducen a Múnich. (O)
