Ahora que se la ha bautizado de Hierbaluisa a la finalista del balotaje y que corre la suerte de marcharse con miles de venezolanos a la tierra de Bolívar, Miranda, Bello, Gallegos… pero también de Chávez y Maduro, en donde hay más seguridad y bienestar como asegura, me vino a la mente mis tertulias con Claudito Cordero Espinosa, quien me enseñó el libro de su sabio abuelo Luis Cordero Crespo: “Enumeración botánica de las Principales plantas, así útiles como nocivas, indígenas o aclimatadas que se dan en las provincias del Azuay y de Cañar en la República del Ecuador”, en donde uno se puede conocer en el mundo botánico de las plantas y sus beneficios.
Mis ancestros tenían negocio remedios naturales, por eso recuerdo a la canchalagua, flor de Cristo, amapola, mortiño, ataco, llantén, canchalagua, manzanilla, matico, borraja, hierbabuena, toronjil, chuquiragua, guayusa, romero, ruda, jengibre, canela, romero, berros, valeriana, linaza… y un brebaje conocido como “agua de pítimas”, que la gente compraba y tomaba como remedio. No enumeré a la hierbaluisa y el cedrón, diferentes en su género y bondades curativas, y lo hago aparte en viendo que en las redes sociales unos por guasa, otros para posesionarla, identifican a la candidata Luisa como si las dos plantas fueran sinónimas e innobles, más que el kikuyo. ¡Ni lo uno, ni lo otro!
La hierbaluisa, kumbe, lancha o pogón, de la familia de las Ciperáceas, con propiedad aromática. Tiene hojas que despiden olor a limón, se usan para calmar el dolor del vientre, el mal aliento, los cólicos especialmente de las que todavía menstrúan; también sirve para las malhumoradas por el climaterio, que adviene alrededor de los 45 años; otra de sus propiedades es la de hacer eliminar los gases por arriba y por abajo; asimismo para los mareros de origen bilioso, que en tiempos electorales es muy frecuente.
El cedrón, cidrón o cidroncillo, de la familia de las Verbenáceas, cuya consistencia es leñosa y de tallo ramificado, de hojas opuestas lanceoladas, con nervadura pronunciada y de olor aromático. Tiene propiedades antiespasmódicas y es carminativa, es decir, favorece la expulsión de los gases del tubo digestivo, quizá por esta cualidad se la confunde con la Hierbaluisa. La infusión de las hojas frescas se usa contra las indigestiones y fermentaciones estomacales, los mareos, el insomnio y el dolor de muelas.
Paradójicamente admitido la hierba luisa en tisana, que la avena en colada. (O)