¡No robará!

Santiago León

A ver, tengo rabia y coraje. Cómo pueden existir personas en este planeta, que abusen de los adultos mayores. Sí, de esos seres que nos llenan de alegría y mucha nostalgia cada vez que miramos sus ojitos desgastados. Con el pasar de los años se les dificulta moverse o hacer alguna actividad, como lo hacían antes. Ahora, todo es más difícil. Pero su disciplina y dedicación son de gran admiración. ¡Salió con rima!

Pero mirar a un inefable pillo, cobrar las planillas de los servicios básicos y hecho el “vivo” esconde un billete debajo de su computador, para robarle a un abuelito, hace que el estómago dé vueltas. No sé qué haría si ese abuelito era mi padre o mi madre. Seguramente voy a esa ventanilla y le hago devolver la plata a coscorrones.

Esa persona nunca más debería ocupar un puesto en el que maneje dinero. Capaz que ha sido un mañoso consuetudinario. Por fortuna, una cámara de seguridad lo delató. Y estoy más que seguro que no fue la primera vez que quiso “jugar Barcelona”, pero cayó redondito y por su “viveza” perdió su camello. Recuerde: la plata que viene fácil, fácil se va.   

Entienda una cosa. ¡El dinero de la jubilación es sagrado! Cuantas veces hemos escuchado casos de abuelitos que han sido estafados. El corazón se entristece. Ver esas caritas arrugadas llorando y pidiendo ayuda, provoca un nudo en la garganta. Por eso, ponga atención a un detalle. Si desea tener plata consígala con esfuerzo y honestidad, pero no robe y peor a personas vulnerables. Algo puede pasar. Karma creo que lo llaman.

Pero bueno, no estoy acá para dar clases de ética o algo parecido, porque no podría ser ejemplo para ninguna persona. Pero una cosa sí la tengo clarita. Nunca hacer el daño a nadie y peor a personas tan sensibles como a los ancianitos. ¡Por supuesto que un error lo comete cualquiera! Pero abusar de esas personas, genera repugnancia. (O)