¡Somos ricos de ríos pobres!

Gonzalo Clavijo Campos

El Ing. Galo Ordóñez Espinoza (1938-2019), docente de la UCuenca y reconocido profesional del agua potable y saneamiento, en su valiosa investigación para el Directorio de ETAPA de  mayo de 2018, sobre el peligro de la actividad minera en nuestras fuentes de agua y la necesidad de proteger las mismas expresa: ¡Somos ricos en ríos pobres!, por sus variaciones extremas en estiaje e invierno, al ser las cuatro cuencas de tamaño reducido, necesitándose regular los ríos mediante presas y embalses para asegurar agua para el futuro de Cuenca.

No es ninguna novedad el período de estiaje que acabamos de pasar en este último mes con reducción de caudales del Tomebamba (área de la cuenca 380,41 km2) con solo a 870 l/s, insuficiente para abastecer de riego, caudal ecológico, y provisión de agua potable al requerirse sobre los 1.800 l/s. El Yanuncay (418,89 km2) con 1.400 l/s, el Tarqui (476,29 km2) con 950 l/s y el Machángara (325,45 km2), de menor extensión, siendo el más cuidado y regulado con 3.440 l/s, que por ahora compensa el déficit para la planta El Cebollar y evita los racionamientos.

Con mayor razón se sienten estos estiajes en las microcuencas del sistema Nero,  Victoria del Portete, Santa Ana al ser de tamaño reducido, debiendo limitarse el área de cobertura de estos sistemas y por el contrario fortalecer el suministro de agua para los sectores altos desde el  sistema Tomebamba con la construcción de una reserva de tamaño mediano y la pronta ejecución del Proyecto multipropósito Soldados-Yanuncay PHSY que incluye una represa de 21 millones de m3 para asegurar el riego, agua potable, vida acuática y la generación hidroeléctrica, representando ingresos económicos significativos y  energía limpia para el país.

Lo que realmente extraña es que ETAPA EP no tenga en su planificación la ejecución de obras de regulación en el Tomebamba y acometer conjuntamente con ELECAUSTRO S.A. el PHSY para asegurar un caudal de 4,0 m3/s desde las fuentes Machángara, Tomebamba y Yanuncay, atendiendo hasta el año 2050 a la población del cantón que superará el millón de habitantes con una demanda tan solo para agua potable de 3,7 m3/s. (O)