Luisa, Daniel y el debate  

 Mónica Banegas Cedillo / @monicabanegasc

La frase -no basta con ser sino también con parecer- cabe bien para hablar del debate presidencial para la segunda vuelta electoral entre Luisa González y Daniel Noboa. Los candidatos finalistas para el balotaje demostraron estilos diferentes en su discurso, el fondo y la forma fueron diametralmente opuestos.

Los candidatos además de tener claro cuál es su oferta de campaña y hablar de los ¿qué?, y de los ¿cómo? conseguirán cumplirla en apenas un año y medio de gobierno, debieron captar la atención y conseguir el voto de los indecisos. 

 Sin lugar a dudas, el primer debate lo ganó Daniel Noboa, de hecho, ganar el debate fue su pasaporte a la segunda vuelta electoral junto a Luisa González. Quienes han decidido votar por Noboa y los indecisos esperaban más de él durante la noche del domingo.

Sin embargo, fue Luisa González quien reivindicó su actuación en este segundo debate frente al primero.  

En la conversación con los medios luego del debate, González reconoció haberse sentido un tanto descolocada en el primer debate cuando la moderadora Gisella Bayona adoptó un rol poco imparcial, al interrumpir constantemente a Luisa mientras ella desarrollaba las respuestas.

La nueva moderadora, Ruth del Salto adoptó un rol adecuado, como en el fútbol, fue árbitro y no directora técnica. La moderadora cumplió un papel mucho más imparcial, sin interrupciones a los candidatos y permitió que ellos expliquen sus ofertas y capten el apoyo ciudadano, con un voto más informado como es el anhelo ciudadano en una democracia sólida con procesos electorales transparentes.  

Noboa, su tono pasivo y falta de energía preocupó a sus seguidores y frente a los indecisos generó dudas después del desempeño en el primer debate. Por otro lado, González se percibió con un cambio drástico que no pasó desadvertido frente a los indecisos, incluso frente a sus propios adeptos.  

¿Quién conectó con el electorado? ¿Quién consiguió el voto para el próximo domingo 15 de octubre? Los sabremos ese día, sin embargo, nos queda la satisfacción de saber que la ciudadanía si está expectante del debate y que este sea obligatorio es un avance significativo en el Código de la Democracia. (O)