Bogotá.- El alcalde de Nueva York, Eric Adams, finalizó este sábado su visita a tres países de Latinoamérica para ver de primera mano la crisis migratoria y aseguró que se lleva a Estados Unidos visiones y acercamientos para enfrentar «respuesta más humana a una crisis que impacta a los niños».
Así lo declaró Adams tras su vuelta a Bogotá tras recorrer por aire y tierra el golfo del Urabá colombiano, por donde los migrantes comienzan su ruta por la peligrosa selva del Darién hacia Centroamérica y donde este año ya se ha registrado una cifra histórica de más de 400.000 personas que han cruzado.
«Los seres humanos no deberían vivir de esta forma en ningún rincón de nuestro planeta. El tapón del Darién es una foto de cómo este problema está impactando nuestra región», aseguró el alcalde, que en días anteriores también visitó México y Ecuador.
Adams consideró que esta «crisis» no se «ha definido de manera adecuada», que debería enfocarse sobre todo en la niñez: «Me rompe el corazón que en la ciudad de Nueva York hemos llegado a toda nuestra capacidad y estamos metiendo a los niños en condiciones en las que yo no querría poner a mis hijos», subrayó.
Para el alcalde, esta visita inédita ha sido «una experiencia que le ha abierto los ojos», ya que en los tres países ha visto como las organizaciones que se dedican a dar apoyo a los migrantes están desordadas: «Es hora de darles ayuda», aseveró.
Sin embargo, quiso relanzar un mensaje que ya dio en otros países: «Nueva York está desbordada», e hizo un llamado para unir esfuerzos y diseñar una estrategia conjunta -de Estados Unidos y los países del sur- «para aliviar la presión en esta región y en Estados Unidos para que un país o una ciudad no tenga que llevar todo el peso sobre sus hombros».
Por su parte, el embajador de Colombia en Estados Unidos, Luis Gilberto Murillo, quien le acompañó durante su visita, destacó que «esta es una responsabilidad compartida, un desafío hemisférico», que conlleva dar más atención a las comunidades de paso de los migrantes, buscar más vías legales, pero también combatir las redes criminales que «se aprovechan de las personas para que pasen esa ruta de la muerte».
«La migración, la movilidad humana es un instrumento de desarrollo si se hace de manera ordenada, de manera segura», enfatizó Murillo, quien recordó que «Colombia es modelo en ese sentido», pues ha acogido ya casi 3 millones de venezolanos, a pesar de que haya costado casi 1,5 puntos del PIB.
Colombia y la ciudad de Nueva York coinciden en que la respuesta a esta crisis humanitaria debe ser conjunta y el alcalde incidió en que «necesitamos un mismo plan, estar seguros que todos estamos en la misma página», un abordaje que sea «coordinado y organizado». «Pero no estamos coordinados ni organizados y eso es lamentable (…) Somos como una orquesta sin un director; somos buenos tocando cada uno nuestros instrumentos, pero no estamos tocando la misma música», concluyó Adams. EFE