Lisboa.- Acuciado por la crisis de vivienda, el Gobierno portugués ha decidido poner punto y final a un régimen especial por el que determinados extranjeros, muchos de ellos españoles y jubilados, pagan menos impuestos, en una decisión que sobre todo afecta a quienes piensan en trasladarse a este país.
En una entrevista esta semana, el primer ministro portugués, António Costa, anunció que su Ejecutivo iba a eliminar a partir del próximo año el «Régimen especial para el residente no habitual», una medida en vigor desde 2009, porque, justificó, «ya no tiene sentido».
Este mecanismo impositivo está considerado una de las causas del aumento de los precios de las casas en el país, al haber atraído a extranjeros de ingresos elevados que pueden pagar viviendas más caras, mientras los portugueses apenas pueden afrontar los alquileres y mucho menos comprar un inmueble por los bajos salarios que tienen.
Desde el anuncio de Costa, el economista Juan Carlos Pérez, director ejecutivo de la consultora CE Consulting Portugal, que opera en el país luso y en España, aseguró a EFE que han recibido numerosas llamadas de clientes preocupados de que su situación fiscal pueda verse afectada.
Sin embargo, explicó, «los que ya están acogidos a este régimen mantienen las mismas ventajas fiscales que mantenían, no desaparecen», ya que únicamente va a tener un impacto en quienes tenían pensado mudarse a Portugal y acogerse a ese mecanismo a partir de 2024.
Este régimen fue creado en 2009 para atraer tanto a residentes «cualificados con un valor añadido» como a beneficiarios de pensiones obtenidas en el extranjero, indica en su página web el Ministerio de Exteriores luso.
De acuerdo a datos del Gobierno, en 2022 había un total de 74.258 residentes no habituales inscritos en Portugal, cuyo gasto fiscal -es decir, el monto de ingresos que la Hacienda pública deja de percibir por otorgar un tratamiento impositivo diferente al general- fue de 1.670 millones de euros.
Esos 1.670 millones de euros fueron el gasto fiscal más elevado ese año después del relativo al IVA, al suponer el 67,2 % de lo que dejó de recibir la Hacienda, con lo que a las autoridades portuguesas no les salen las cuentas.
Pérez detalló que en términos generales se trata de un régimen en el que pueden ampararse residentes no habituales que no hayan tenido en los cinco años anteriores residencia fiscal en Portugal.
Pueden beneficiarse ciudadanos de otros países que vivan en Portugal y que reciban pensiones del empleo privado, y tributan al 10 %. «De públicos no, porque ahí se tributa en la fuente donde se pagan, es decir, un ciudadanos español que viene aquí, si su pensión es de un empleo público tributará en España, porque así lo impone el convenio de doble imposición».
«Y si trabajó en una empresa privada, aunque luego hay excepciones, tributa en Portugal y solo lo haría al 10 %» si se acoge a este régimen, detalló.
Otros beneficiarios son los extranjeros con rentas que procedan del exterior que no sean rendimientos de trabajo, ya que no tributan en suelo portugués.
Por ejemplo, un residente no habitual en Portugal que tiene una empresa en España y recibe unos dividendos. «En términos generales, esos dividendos van a tributar un poquito en España, mientras que el resto en Portugal no tributaría nada», dijo este economista.
El tercer caso son los extranjeros con profesiones con «un alto valor añadido», como directivos de empresas, pero también arquitectos, ingenieros, artistas plásticos, actores, músicos, médicos o profesores universitarios, que tributan al 20 %.
«Imagínate a un ingeniero que gana 100.000 euros en España, allí podría tributar unos 35.000 o 40.000, mientras que en Portugal tributaría 20.000 euros», agregó Pérez.
El proceso para acogerse a este régimen especial no es muy complicado, sobre todo si se trata de ciudadanos de la Unión Europea (UE).
A grandes rasgos se necesita tener una vivienda en arrendamiento, una dirección y un NIF portugués; y lo pueden hacer tanto trabajadores por cuenta propia como por cuenta ajena.
El periodo de duración de este privilegio es de diez años y pasado este tiempo no se puede renovar, por lo que la eliminación de este régimen a partir de 2024 tampoco va a afectar a quienes les vaya a expirar próximamente porque igualmente se hubieran quedado sin él.
Pérez indica que en su empresa, que lleva cinco años en Portugal, aunque opera en España desde hace 34 años, el perfil de cliente que suele acogerse a este mecanismo son profesionales liberales, como informáticos.
El experto descarta que su eliminación vaya a beneficiar a otros países, como España, que también ofrece atractivos fiscales para los extranjeros, porque son situaciones diferentes.
En España, «la mal llamada ‘ley Beckham’, porque a ella no se acogen los deportistas, tiene unas ventajas interesantes, pero no son parecidas a este régimen porque es para personas que se desplazan por un motivo de trabajo y luego tributan al 24 % las rentas hasta 600.000 euros y el resto hasta el 45%, y los rendimientos obtenidos fuera de España tampoco tributan», apuntó.
«El régimen español es para fomentar la entrada de profesionales altamente cualificados, en cambio este régimen (portugués) es para profesionales, pero también para jubilados», dijo Pérez. EFE