De fuentes y flores se viste nuestra ciudad, engalanada por mujeres inteligentes, fuertes y valientes, trabajadoras, carismáticas y bondadosas. Querido/a lector(a), ¿ha comprendido ya que quienes eligen participar por representar a la ciudad dentro y fuera del país, durante un año, en actividades de voluntariado, culturales, sociales, deportivas, ocupándose de gestionar recursos, administrar financiera y legalmente una fundación, intermediar el apoyo entre empresas públicas y privadas y centros de atención para grupos vulnerables, lo hacen tras una reflexión profunda de su decisión y con gran don para servir?
Se cumplen 100 años de la designación de la primera Reina de Cuenca. Un siglo de servicio a la ciudad. Cada joven reina protege y vela por el bienestar de grupos vulnerables y es consciente de la gran responsabilidad de cómo sus acciones son ejemplo a nuevas generaciones. Las reinas visitamos niños maltratados, ancianos olvidados. Gestionamos fondos para otra fundación o para donar ropa, artículos, muebles, o equipar centros. En el mundo real, una Reina de Cuenca sabe abrazar la pobreza, abrigar en la tristeza y ser luz o un instrumento de amor para quienes tanto necesitan.
Según la RAE, reinar es sobresalir de modo eminente en determinada actividad o ámbito de la vida. Por lo mismo, la Fundación Reinas de Cuenca, galardonó a “Mujeres Centenarias,” quienes posiblemente jamás sabrán cuánto bien le hacen a nuestro medio. Dory Merchán, respetable empresaria, de excelencia académica; siempre muestra apoyo a la labor de la reina y custodia la verdad de las noticias en este diario. Es corto el espacio para valorar y agradecer su servicio. Marta Cardoso, ejemplo de trabajo y tenacidad, hito en la comunicación radial de la ciudad. Gladys Eljuri, admirable gerenciadora de empresas, quien ha fomentado el turismo en Cuenca. Isabel Idrovo, deportista que apoya a sectores vulnerables y aviva la disciplina en niños y jóvenes. Susana González, mujer de liderazgo, nos representó como diputada buscando el desarrollo de Cuenca y siempre enaltece cómo su reinado impactó favorablemente su vida.
Gracias mujeres homenajeadas y reinas de estos 100 años. Que nuestras acciones trasciendan en el tiempo por el ejemplo de amor, humanidad y servicio que demos a los cuencanos. (O)