¿Sabías qué cosas como comer, dormir, el estrés, contaminación e incluso enfermedades pueden cambiar nuestro ADN superficialmente? A pesar de que es importante tener en cuenta que estos cambios son superficiales y no tienen ningún impacto en nuestra secuencia de ADN fundamental. Sin embargo, estos cambios menores pueden afectar la expresión de nuestros genes, lo que puede tener un impacto significativo en nuestra salud o predisposición a enfermedades. El campo de estudio conocido como epigenética estudia estas modificaciones del ADN causadas por el entorno.
Como resultado, una persona que realiza ejercicios regulares, consume una dieta saludable y descansa lo suficiente deja una huella en su ADN que puede transmitirse a las generaciones futuras. De manera similar, aquellos que se alimentan mal, llevan un estilo de vida sedentario y están expuestos a altos niveles de estrés dejarán su propia marca en su ADN, una huella que puede afectar su bienestar a largo plazo.
La pregunta que debemos hacernos es: ¿Qué tipo de huella estamos dejando en nuestro ADN? (O)