Más de 600 personas, la mayoría niños, han muerto a causa del brote más grave de difteria que ha sufrido Nigeria en su historia reciente, que ha dejado ya más de 14.000 casos sospechosos en el país africano, confirmaron las autoridades sanitarias.
«Debemos redoblar nuestros esfuerzos para educar a nuestras comunidades en la importancia vital de la vacunación rutinaria», declaró este miércoles el director ejecutivo de la Agencia Nacional de Desarrollo de Atención Primaria de Salud (NPHCDA, en inglés), Faisal Shuaib, según recogen hoy medios locales.
De acuerdo a los datos de la NPHCDA, más de 10.000 de los casos sospechosos fueron detectados en el estado de Kano (norte), si bien la enfermedad se ha extendido en un total de 19 estados y en la capital nigeriana, Abuya.
Asimismo, un 73 % de las infecciones afectaron a menores de entre uno y catorce años y un 80 % de los enfermos no habían recibido ninguna vacuna antes.
A finales del pasado septiembre, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó precisamente sobre la necesidad de intensificar la campaña de vacunación generalizada en el país.
«Nigeria tiene la cifra asombrosa de 2,2 millones de niños que no han sido vacunados ni una sola vez. Debemos tomar medidas colectivas urgentes para reducir ese número», afirmó entonces el doctor Rownak Khan, uno de los representantes de esta agencia de la ONU en Nigeria.
«Todos los niños merecen ser protegidos contra las enfermedades prevenibles», añadió el Khan, cerca de un año después del inicio de este brote, en diciembre de 2022.
La difteria es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Corynebacterium diphtheria, que infecta principalmente la garganta y las vías respiratorias superiores, y produce una toxina que afecta a otros órganos.
La difteria es mortal en entre un 5 y un 10 % de los casos, con una tasa de mortalidad más alta en niños pequeños, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). EFE