Si nos remontásemos a una condición característica de los años sesenta, descubriríamos que en esas épocas uno de los principales temores versaba con algún suceso de visita alienígena, situación que sin lugar a duda quitaba el sueño a mas de una persona. Si, a ello le acompañamos los primeros pasos de lo que significaba la robótica, muy rudimentaria para la época por supuesto, pero de un enorme potencial que, ni el más previsivo de los seres humano pudo haber dimensionado, descubriríamos todo el tumulto generacional que se venía gestando y del cual hoy en día vivimos las consecuencias.
Estamos seguros de que, los precursores de toda la tecnología informática que convive con nosotros en estos momentos realizaron sus primeros pasos sin concebir los alcances a los que hemos llegado hasta el momento, y casi de seguro conjeturarían entre el desarrollo descrito y la intervención de alguna inteligencia ajena a nuestro mundo toda vez que, se convierte en una verdadera experiencia inexplicable para el común de los mortales los alcances a los que hemos llegado.
Criptomonedas, inteligencia artificial, teletransportación cuántica de datos, vehículos terrestres y aéreos que hoy en día se manejan sin la intervención de un humano, y en sí, la propia internet, nos posicionan ante una puerta de un futuro inesperado, distinto de lo que conocemos, pero por, sobre todo, liderado por los vertiginosos ajustes científicos – tecnológicos. (O)