Como parte de su tesis, Catalina Guamán, egresada de la licenciatura en artes visuales, propuso a un grupo de artistas e investigadores una residencia en el espacio que habita la Asociación Artesanal de Mujeres por su Soberanía Alimentaria “Jatari Warmi”, en Jadán, Gualaceo.
La idea era convivir con las mujeres de la asociación que están dedicadas a la agricultura, a las artesanías y a la curación a través de saberes ancestrales.
Del contacto, de las experiencias y del acompañamiento que hicieron los artistas e investigadores surgió “ReEXISTENCIAS”, un proyecto expositivo conformado por seis obras que fueron inspiradas por la vida de las mujeres de Jatari Warmi.
“El concepto trata un poco de lo que es existir, lo que es resistir y también cómo nos reinventamos para poder sobrevivir… Los artistas se interesaron por un aspecto dentro de los ejes que hay”, explicó Catalina Guamán a diario El Mercurio.
A partir de ese interés, los artistas e investigadores que participaron en la residencia, Belén Rendón, Carli Tacuri, Isaac Orellana, Priscila Urdiales, Raúl Armijos y Zami Guamán, crearon sus obras que ayer fueron colocadas en el Parque Arqueológico Pumapungo.
Cómo sana una mujer sanadora, una instalación para limpiar y amansar el machismo, un juego de semillas, las hierbas que curan solo con el aroma, un documental y un performance botánico son los trabajos que surgieron y que ahora forman parta de la exposición.
Para armar las obras, los artistas estuvieron en constante contacto con las mujeres de Jatari Warmi. Con cada conversación, con cada respuesta, con cada atención que se le dio a la vida de las mujeres se fue formando los trabajos.
Por lo menos así hizo Carli Tacuri, un artista visual que trabajó con tres mujeres sanadoras para darle forma a su “Amansador”, una estructura cuyo objetivo es “limpiar y amasar el machismo arraigado”.
Un intercambio cultural
El haber compartido su vida y sus costumbres, para las mujeres de Jatari Warmi tiene un significado importante. Que las personas conozcan sus luchas, sus objetivos y los problemas que han tenido es necesario para ellas.
Al menos así lo ve Rosa Sisalima, fundadora de Jatari Warmi, quien permitió que los artistas conozcan de cerca su vida diaria y el trabajo que cumplen.
“Es una emoción grande y linda el conectarse con las compañeras, con las personas que nos visitan, es bonito intercambiar con otros y saber que tiene nuestro mismo sentir de lo que nosotros hacemos”, dijo Rosa a diario El Mercurio.
Ahora, con las obras ya expuestas, se espera que el intercambio pueda extenderse al público que visite la muestra, la cual estará activa hasta el próximo 22 de octubre. (I)