El día miércoles pasado el Papa Francisco hace nuevamente un llamado a través de un nuevo escrito titulado “Laudate Deum” dirigido a “todas las personas de buena voluntad sobre la crisis energética”, porque dice que el mundo que nos acoge se va desmoronando y llegando a un punto que no hay vuelta atrás y todo por una crisis de poder, económica y medioambiental. El Papa manifiesta que es indudable el impacto del cambio climático, perjudica a las vidas y a las familias, afecta a las viviendas, a la migración, por lo que volvió a realizar un llamado a los responsables políticos.
El Papa Francisco dice textualmente: “nadie puede ignorar que en los últimos años hemos sido testigos de fenómenos extremos, períodos frecuentes de calor inusuales, sequías y otros quejidos de la Tierra que son sólo algunas expresiones palpables de una enfermedad silenciosa que nos afecta a todos”. El Papa una vez más responsabilizó al hombre en este fenómeno climático global y dijo que la crisis climática no es precisamente por un asunto de interés a los grandes poderes económicos.
Más adelante el Papa continúa afirmando “para ridiculizar a quienes hablan del calentamiento global, se acude al hecho de que suele verificarse fríos también extremos. Se olvida que este y otros síntomas extraordinarios no son más que diversas expresiones alternativas de la misma causa, el desajuste global que provoca el calentamiento del planeta”. Dice que espera que la próxima COP 28 sea histórica, que nos honre y nos ennoblezca “como seres humanos”. También dijo que pide tres características a estas cumbres: “que sean eficientes, que sean obligatorias y que se pueda monitorear fácilmente”. Esperemos que la humanidad escuche al Papa. (O)