1.600 figuras, 80 edificaciones, un río de 26 metros y una serie de escenarios que parecen sacados de una película. Así está constituido el pesebre más grande de Latinoamérica, según los registros históricos, que se armó en el interior de la Catedral Vieja de Cuenca.
La colocación de las piezas, así como la escenificación del nacimiento, empezó hace 70 días por intermedio del trabajo de Vicente Espinoza, Alexis Arias, Luis Alverca, Diego Campoverde y Gonzalo Pullaguari.
Los cinco hombres, en distintos tiempos, se han incorporado a un grupo que lideró el padre Jimmy Arias, quien, hace 19 años, comenzó con el armado del pesebre que, conforme han pasado los años, ha ido extendiéndose hasta convertirse en lo que es hoy en la Catedral Vieja: una construcción de 270 metros cuadrados.
A pesar de que el sacerdote falleció en el 2021, a causa del COVID-19, los hombres decidieron levantar un nacimiento único en Cuenca que podrá ser visto por el público desde este 21 de octubre.
“Las personas tienen la oportunidad de observar un pesebre que tiene varios elementos. Tenemos las fases del día. Tenemos lluvia, neblina, nieve. Tenemos un río de 26 metros, es el más grande que hemos hecho desde que se arma el nacimiento”, contó Luis Alverca a diario El Mercurio.
Luis es una de las cabezas del nacimiento, porque sin él no hay edificaciones. Su habilidad para hacer casas de todo tipo le ha valido para que el pesebre tenga sus propias características.
Casitas, casotas y hasta las pirámides de Egipto reposan en una infraestructura que tiene más de 20 metros de largo y ocupa todo el espacio en donde los creyentes se sentaban para ser parte de las actividades religiosas de la Catedral Vieja.
Para ello se dividió el pesebre pensando en los cinco misterios gozosos del Rosario: la Anunciación, la Visitación, el Nacimiento de Jesús, la Presentación y la Pérdida y Hallazgo del Niño Jesús en el Templo.
En cada uno la gente se encontrará con una diversidad de figuras y ambientes únicos que estarán de pie hasta finales de enero de 2024.
Una experiencia
La idea de los integrantes de Turismo y Cultura de la Arquidiócesis de Cuenca, departamento que está a cargo de coordinar la colocación del pesebre en la Catedral Vieja, es que el nacimiento brinde una experiencia a niños y adultos.
Y esto se puede porque hay 600 piezas que tienen movimiento, hay juegos de luces y emulaciones del clima que trasladan a los visitantes a un sitio que cobra vida gracias al talento y habilidad de quienes están detrás del pesebre.
“El museo ha abierto sus puertas para que todos puedan deleitarse de este espectáculo. A parte de conocer la vida de Jesús, de ver estos momentos, por qué no ver el río corriendo por todo el pesebre”, dijo Natalí Clavijo, coordinadora del departamento de Turismo y Cultura.
El público puede observar el pesebre más grande de Latinoamérica de lunes a viernes, de 08:30 a 17:00, y los sábados, de 09:30 a 14:00. (I)
