La guerra nunca ha dado tregua desde la barbarie hasta la civilización, en donde el avance de la ciencia y la tecnología han favorecido a la frase de Plauto, popularizado por Thomas Hobbes, “Homo homine lupus”, es decir, el hombre es un lobo para el hombre. ¿En dónde encontrar la razón para esta aberrante conducta? Connotados psicólogos como Sigmund Freud remiten a los instintos humanos, aunque otros pensadores como el antropólogo Ashley Montagú cree que los humanos no tienen instintos de ninguna clase.
El sábado 7, el mundo se estremeció por una nueva matanza en Israel entre dos grupos antagónicos que no dan tregua a sus principios y aspiraciones: árabes y judíos. Al menos 900 muertos cometieron el grupo terrorista Hamás contra los judíos y en respuesta, el ejército israelí eliminó a 700 palestinos. En ambos lados cayeron niños y adolescente sin saber el porqué, a los que se sumaron miles de heridos, muchos que mortalmente y otros que quedarán con secuelas definitivas.
Como simple observador de los acontecimientos mundiales, entre ellos el conflicto eterno en Herets Israel, cuyos primeros mil años están registrados en la Biblia y hacia donde asistí a un curso denominado Los Medios en Áreas de Conflicto. Allí advertí que el fanatismo religioso, el fundamentalismo ideológico, el egoísmo-odio-venganza y la educación para la guerra son, entre otros, raíces que impiden la paz. A esto hay que reconocer los intereses que se juegan fuera de sus fronteras.
Esto último se demuestra con la imperturbabilidad de las grandes potencias que dejan que las cosas sigan su curso, tal como actúan con la guerra entre Rusia y Ucrania. Desde que la justicia concedió un territorio a los israelitas se viene persiguiendo y retirando a los palestinos de sus pequeños dominios de Cisjordania y Franja de Gaza a. La tragedia del pueblo palestino data de 1947 en que se lo despojó de su tierra a causa de las matanzas cometidas terroristas sionistas, seguida por la ocupación del resto de Palestina en 1967.
Igual derecho que el pueblo judío de tener su territorio e independencia después de la diáspora, ahora les corresponde a los palestinos. La historia refiere que hacia 2000 a.C. pasó por Palestina otro pueblo semita nómade, los hebreos, conducido por Abraham. Siete siglos más tarde, volvieron, procedentes de Egipto, doce tribus hebreas al mando de Moisés. Desde entonces hasta hoy se libran combates por la posesión de la tierra. (O)