Chuchaqui

Ana Abad R.

Las mejores fuentes de información para saber qué sucede en el barrio son, sin duda, sus tiendas. Las dinámicas sociales que se dan en torno al abastecimiento de productos y alimentos para la familia, el contacto diario con sus vecinos, sus hábitos, costumbres y necesidades les convierte en un espacio no solo de encuentro social sino de intercambio de opiniones y comentarios, sin filtros políticos y sin temor para expresarlos. ¡Buenos días, veci! ¡Ya tenemos presidente!, le digo a doña María al saludarle…  “Ni me diga veci, -me contesta- que ya estoy arrepentida”. ¡Ele!, ¡tan pronto! ¿por qué pues?, -le respondo. “Es que hasta el último momento me decidí votar por el Noboa, no quería que ganen los correístas, son ¡tan antipáticos! Pero, si la Luisa González hubiera hablado como lo hizo el domingo cuando aceptaba su derrota, yo le hubiera dado mi voto…” ¿En serio? -le replico. “Sí, en serio porque fue la primera vez que la sentí sencilla, tranquila, habló clarito, fácil de entender, hasta cercana le sentí, como que por fin fuese ella misma, habló con su propia voz sin imitar al Correa que hasta el tono y sus modales quieren hacerlo igualito. Chuchaqui me ha dado como si fuera correísta o como si fuera de la Conaie, ahora veci, no más toca esperar a ver qué pasa…”. (O)