El bien común debería ser entendido como la base fundamental sobre la que se erige la sociedad, considerando que la sociedad surge y se mantiene precisamente a partir de las ventajas y beneficios que genera la vida colectiva. El tema sin embargo es que en si en algún punto se descuida este aspecto, se pone en riesgo elementos clave de la condición humana. El bien común, por tanto, no es un objeto concreto compartido, el bien común está constituido por el conjunto de aspectos que permiten que cada persona pueda desarrollar su mayor potencial, sea el que fuere. Se deduce de aquello la imperativa necesidad de su cuidado. Si bien esta tarea, en algún momento fue delegada al Estado, en realidad su efectividad depende del consentimiento y compromiso de todos. El bien común puede expresarse tanto en la constitución de la base material para el sostenimiento de las necesidades de la sociedad, como en los aspectos simbólicos y culturales que determinan las formas de la relación que establecen las personas. Por eso es odioso ver que en el diálogo político está ausente el debate sobre cómo profundizar el bien común y solo se oriente al aumento del poder y al beneficio individual. (O)
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