Aún permanecen en nuestros recuerdos todas esas imágenes caóticas, de destrozo y alteración del orden social que se gestaron el pasado junio del 2022, acto que lleva en su memoria nueve vidas y un centenar de heridos más los millonarios destrozos y pérdidas que tuvimos que soportar los ecuatorianos. Así como tampoco olvidamos los nombres y rostros de quienes estuvieron por detrás de estos actos y son los únicos y absolutos responsables de todo cuanto sucedió en aquellos fatídicos días.
So pretexto de respaldar las acciones ejecutadas se puso sobre el tapete de la discusión demandas que ni siquiera tenían lógica en algunos de sus puntos más, todo un pueblo fraccionado por estos pseudo lideres mantuvo cuando menos dos frentes de ecuatorianos enfrentándose inclusive en las calles, mientras los lideres gozaban de espacios que en su momento todos pudimos observarlos.
¿A qué viene todo este recuerdo? Pues fácil, pues resulta inverosímil que una de las personas que estaba detrás de estos destrozos del país en el 2022 hoy en día, cuando ni siquiera conocemos agenda ni equipo de trabajo del nuevo mandante electo, ose con emitir un manifiesto público amenazante que bajo cualquier análisis sensato debería ser rechazado de raíz de cualquier movimiento político. Ya tenemos suficientes problemas derivados de la inestabilidad política nacional y, lo último que necesitamos es que este grupo de avivatos pretendan mantener el desorden nacional. (O)
