Al país le urge un acuerdo. Una posibilidad de mínimos que conduzcan a poner paz, orden y construir el camino. No se puede pasar en la misma fórmula repetida del desorden, del boicot y del complot. No tiene sentido mantener la lucha por desbaratar al Estado.
Un pacto político es a la vez social. Implica el sentido más amplio de cómo lograr salir de las dificultades que afectan a todos. Los Pactos de la Moncloa en España, por ejemplo, permitieron establecer los puntos más importantes de cooperación y trabajo conjunto para rebasar las dificultades de españolas de los años 70 después de la dictadura y crisis económica, la inflación, la mala administración tributaria, el déficit público, el descontrol financiero, la fuga de capitales y la eliminación de libertades.
En el Ecuador, no se puede esperar el advenimiento de una mayor y peor crisis. Es necesario resolver los gravísimos problemas de inseguridad. No caben más acciones y trabas políticas para lograr el fracaso de un gobierno de turno. Se hace primordial blindar la continuidad del servicio de energía eléctrica que solucione los problemas que se avecinan en caída económica y productiva para el país. No se puede esperar un minuto más. Hay que resolver el déficit de la seguridad social, pues se requiere un golpe de timón.
Hay que tutelar la débil institucionalidad del Estado. Consecuentemente, una reforma necesaria a los órganos que integran el Estado y dañan el rendimiento democrático. Eliminar el engendro constitucional llamado Consejo de Participación, reorganizar la designación de los miembros del Consejo de la Judicatura y repensar en los controles a los jueces de la Corte Constitucional. Es necesario determinar un bicameralismo en la legislatura y potenciar el retorno de estructuras serias y claras para los partidos políticos.
Hay que reducir los niveles de pobreza y crear empleo. Se requiere un acuerdo urgente para enfrentar materia tributaria, incentivos y estabilidad que reduzca el riesgo país. No se puede continuar con la lógica acelerada de mañana se resolverá. Hay que hacerlo ahora. (O)