La violencia de género es una realidad lacerante en el Ecuador, la mayoría de las mujeres la hemos padecido alguna vez en la vida y muchas son víctimas de ella a diario.
La normalización de comportamientos y actitudes de los hombres ejerciendo un poder del que se creen investidos “naturalmente”, provoca que muchas mujeres no reaccionen, no sepan cómo hacerlo y soporten los vejámenes; algunas empoderadas que logran identificar la violencia enfrentan a sus agresores y unas pocas denuncian, asumiendo el riesgo de ser juzgadas y re victimizadas.
Hay casos que se conocen a través de los medios de comunicación, que hacen saltar las alarmas y nos recuerdan la dolorosa realidad de mujeres que conviven con violencias sistemáticas: físicas, psicológicas, sexuales, patrimoniales, laborales, etc.
La violencia de género en todas sus manifestaciones debe dejar de ser tolerada y normalizada, debemos cambiar patrones culturales y educativos que discriminan y colocan a las mujeres como individuos de segunda. (O)