Desnutrición y sobrepeso infantil preocupa en Ecuador

Si un niño puede elegir entre una fruta o una golosina, la fruta tiene pocas posibilidades. Cada niño se desarrolla a su ritmo, pero los primeros mil días de su vida, entre la gestación y los dos años de edad, son cruciales para su crecimiento. Los pediatras lo llaman “los mil días de oro”.

Todo lo que pasa en esa etapa es decisivo para el futuro de la criatura. Los malos hábitos se forman pronto. Los niños que consumen bebidas azucaradas a temprana edad desarrollan preferencia por esos productos, lo que hace que el agua o los jugos naturales sean opciones menos apetecidas.

Congreso

En este contexto, esta semana se desarrolló el Congreso Latinoamericano de Nutrición, donde se emitió del ‘Consenso de Cuenca: Alianza Global para la Alimentación Saludable de Niñas, Niños y Adolescentes: Capítulo América Latina y el Caribe’.

El foro reunió a expertos de la región, que abordaron el combate a la alta prevalencia de desnutrición crónica en menores de cinco años y el sobrepeso y obesidad en niños, niñas y adolescentes.

Lilliam Marín Arias, docente del Instituto de Investigaciones en salud de la Universidad de Costa Rica, indicó que una alimentación sana durante la niñez previene enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes tipo 2, hipertensión, problemas cardio y cerebrovasculares y varios tipos de cáncer.

“Los primeros mil días empiezan desde que el niño está en el vientre materno. Si la mamá está bien nutrida, cumple con los controles de salud prenatal y tiene un ambiente saludable el niño va a tener un correcto desarrollo en el útero”, explicó la experta.

Agregó que alimentación sana es un derecho. Sin embargo, este se ve afectado por la influencia de las grandes industrias, el acceso fácil a ultraprocesados de alto contenido calórico y bajo valor nutricional y bebidas azucaradas, lo que se mezcla con la falta de educación nutricional.

Información

Israel Ríos, oficial de nutrición en la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), destacó que una educación sobre la alimentación nutritiva es clave, tanto en el hogar como en la escuela y la comunidad.

“Es urgente combatir los ambientes alimentarios obesogénicos, en donde abunda la comida no saludable, los productos extremadamente procesados, empaquetados y altos en azúcar, sal y grasas”, resaltó Ríos.

El experto define la alimentación saludable como aquella que incluye variedad de alimentos en su forma natural y contempla que no se deterioren los recursos naturales, es decir, es adecuada a cada contexto y territorio con pertinencia cultural.

En el Ecuador, las ciudades con mayores índices de sobrepeso y obesidad son Guayaquil, con 7% y Cuenca, con 5,8%, según datos del INEC.

Los expertos recomiendan “volver a las raíces”, aprender a comer y proteger a los agricultores que proveen de alimentos sanos para garantizar la alimentación de la población. “Eso se llama seguridad alimentaria y nutricional”, indicó Lilliam Marín Arias.

Nicolás Pichazaca, representante de la asociación cañari Mushuk Yuyay, destacó la necesidad de que se reconozca la importancia de los saberes ancestrales y pueblos originarios que promueven el consumo de quinoa, amaranto, cebada, trigo, habas, camote, ocas y melloco, entre otros.

Retos

Sin embargo, para lograr las metas de desarrollo sostenible, incluyendo el combate al hambre, la malnutrición y la pobreza se enfrentan varios desafíos.

Entre ellos llegar al núcleo familiar, incluir la alimentación saludable en el pensum educativo y desde la parte programática, la asignación presupuestaria que implica inversiones institucionales altas pero necesarias para la cobertura del derecho a la salud. (PNH)-(I)

Recomendaciones

  • Durante los primeros seis meses de vida los bebés necesitan sólo leche materna.
  • A partir de los seis meses, empieza la alimentación complementaria. Desde la FAO recomienda darles de una a dos cucharaditas de papilla o sopa espesa de cereales y verduras e ir aumentando de forma paulatina la cantidad. En esta etapa aparecen los primeros dientes.

Agregar variedad de alimentos como carne molida de pollo, pavo o vacuno sin grasa y purés de frutas preparados en casa.

  • A partir de los 8 o 9 meses, el puré puede tener una consistencia más gruesa, hasta que el niño empiece a comer alimentos picados en pequeños trozos cuando ya han aparecido los segundos molares.
  • Es aconsejable no agregar azúcar ni sal a las comidas.
  • Se recomienda incorporar pescado y huevos a partir de los 10 meses. Preste atención a posibles alergias alimentarias.
  • Al año, la mayoría de los niños pueden comer las comidas consumidas por la familia, excepto las que contengan condimentos picantes o exceso de sal, estimulantes (café, té negro, bebidas gaseosas con cafeína) y frituras. (I)

DATOS

  • Consumir alimentos saludables, hacer actividad física y dormir bien contribuye a que los niños crezcan y se desarrollen de forma correcta.
  • El XX Congreso Latinoamericano de Nutrición (SLAN) 2023, se desarrolló en la Universidad de Cuenca, entre el 21 al 26 de octubre.

Patricia Naula Herembás

Licenciada en Comunicación Social con experiencia en medios tradicionales y digitales. Hace coberturas y en redacción de temáticas de emprendimiento, empresarial, sociedad e interculturalidad.

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