En los primeros días de junio, Franklin Zhumi, vocal de la comunidad de San Miguel de El Valle, timbró en la casa de Aitana García, de 17 años. Aitana creyó que el hombre había timbrado para comprar algo en la tienda que ella, junto con su madre, Emma Nieves, atendían en el barrio Los Talvos.
Pero no era así. Franklin había llegado hasta la casa de Aitana para proponerle que sea la cholita del barrio para que participe en la elección de la cholita de San Miguel. A la joven le interesó la propuesta, y con el apoyo de su mamá, la aceptó.
Lo que no sabía ni se imaginaba Aitana era que la decisión la convertiría, cinco meses después, en la nueva Chola Cuencana.
“Yo no sabía nada. La verdad es que fue todo un proceso porque me propusieron ser cholita de mi sector y yo acepté. Luego gané la elección de la cholita de mi comunidad. De allí participé en la elección de la cholita de El Valle y allí también gané”, contó Aitana a diario El Mercurio.
De no tener idea a adentrarse a la cultura y a las costumbres que conllevan las elecciones de las cholitas en las comunidades y parroquias rurales de Cuenca: así se puede resumir las etapas por las que pasó Aitana.
Y entonces, cuando se convirtió en la chola de El Valle, la selección le permitió ser candidata a la elección de la Chola Cuencana, que se llevó a cabo el 1 de noviembre en Ricaurte. Junto con otras 19 representantes de las parroquias rurales de Cuenca, las adolescentes y jóvenes participantes se presentaron y compartieron sus propuestas.
Porque ser Chola Cuencana no es solo vestir un traje y bailar frente a un público y un jurado. La Chola Cuencana es la representación del ruralismo y la fomentación de mejores días para las parroquias rurales y sus gentes.
Y eso lo entendió Aitana gracias a todo un proceso que no solo la benefició a ella, sino también unió a la comunidad de San Miguel de El Valle.
“Antes la comunidad no era unida. Nos empezamos a unir por el tema de la seguridad. Luego, cuando se convirtió en la cholita de San Miguel, nos empezaron a apoyar. Se unieron con sus barras”, dijo Emma Nieves.
La unión se volvió más sólida una vez que Aitana se convirtió en la Chola Cuencana 2023-2024. La comunidad, tras la elección, le dijo a la joven que la apoyarían, tanto económicamente como emocionalmente: dos elementos necesarios para cumplir con las expectativas que tiene el ruralismo.
Proyecto de triple impacto
Aitana lleva pocas horas como Chola Cuencana. Hasta antes del mediodía de ayer no asimilaba los resultados de la elección. Ella pensaba en otras candidatas cuando se realizaba el evento que comenzó en la tarde y terminó pasada la medianoche. Sin embargo, Aitana recordó todo el proceso por el que pasó para representar a El Valle.
Y entonces, cuando escuchó su nombre en la elección sabía que algo nuevo estaba por empezar, y tenía que estar lista para eso.
“Esto recién empieza. Hay que tocar puertas, buscar auspicios. Mi comunidad me va a brindar apoyo para cumplir con este trabajo. Ojalá se me abran las puertas”, dijo Aitana.
La joven, que estudia en la Unidad Educativa Corazón de María, tiene un proyecto de triple impacto para los adultos mayores, adolescentes y animales.
En el caso de los adultos mayores, su objetivo es buscar la atención por parte de profesionales de la salud; en cuanto a los adolescentes, la finalidad es prevenir el embarazo en la adolescencia; mientras que, con los animales, aspira a realizar una fuerte campaña de esterilización.
Con sus ideas claras, ahora Aitana empieza una nueva etapa junto con las personas que la apoyaron para representar a las 21 parroquias rurales de Cuenca. (I)