He escuchado en estas últimas dos semanas, una suerte de invocación a la unidad de las bancadas legislativas par darle gobernabilidad al presidente Noboa, partiendo de la premisa del corto tiempo. Si los partidos políticos así desean, deben pedir a Rafael Correa, Jaime Nebot y Leonidas Iza, se escondan o no hablen por el tiempo de transición, para que, sin sus órdenes malsanas, los autodefinidos como buenos puedan armar sus rutas.
El combate a la inseguridad tendrá varios tropiezos; por ejemplo, el correismo ya se pronunció a través de la campaña por el NO en la Consulta para que los prófugos y delincuentes acusados de narco tráfico puedan ser extraditados al Ecuador; o la negativa para que la tan ansiada ley de extinción de dominio no se apruebe, justamente por el miedo a la incautación de los bienes mal habidos. ¿Cambiarán ahora de criterio?
Los del PSC con su fundamentalismo anti-recaudación, se han puesto una venda en los ojos, pensando que los dólares caerán del cielo. Pero se debe enfrentar con fuerza el fenómeno del Niño y la no explotación del campo 43 del ITT. ¿Será este período la excepción?
Los de Construye apoyarían lo necesario para que Noboa no fracase, con lo cual concuerdan ciertos movimientos minoritarios, excepto las propuestas que buscan la impunidad como las del correismo, para dar de baja los juicios de los fugados y sentenciados. La justicia deberá reconformar su norte, y lavarse la cara de tanto fracaso. Será fundamental sostener a la Fiscal.
El presidente arrancará con muchas limitaciones; a él le convendrá políticamente mostrar sus ejecutorias para que la gente sienta de inmediato alivio en sus bolsillos y necesidades; si él ha dicho que gobernará con leyes económicas urgentes, es la oportunidad para ver a la Asamblea Nacional (AN) trabajar en los pendientes. Deberá empezar por reformar artículos puntuales de varias leyes, por ejemplo, el habeas corpus para evitar a los presos de levita regresar con facilidad pasmosa a sus casas (ya lo dijo Adrián Castro); o los mamotretos que reposan en la Ley de Contratación Pública causantes de la inoperancia con la cual actúa el Estado, porque sin reformas poco se podrá hacer para arreglar las vías destrozadas, dotar medicinas a los hospitales, e insumos para seguridad. Con el apoyo de la empresa privada y el sindicalismo, ser creativos para reformar el cuerpo legal y destrabar ese “gueto” del mercado de trabajo,
En el Azuay he visto fotos en las cuales están juntos los cinco asambleístas electos, con camisas blancas, casi uniformados, dando un mensaje de unidad para luchar por esta provincia rica en generar recursos, pero abandonada desde hace años. Qué esos abrazos se prolonguen en acciones en el pleno de la Asamblea Nacional. (O)