Unos artículos atrás presenté “Formas de amar” en relación al libro “Los 5 Lenguajes del Amor de los Niños,” escrito por Gary Chapman, y el coautor Ross Campbell (+). Quedó pendiente el amor según el servicio, y va más allá del servicio comunitario, ese al que casi todos nos hemos acostumbrado a ver en redes sociales, o a través de una empresa cumpliendo con su responsabilidad social apoyando a una fundación. Esto es maravilloso, ojalá más personas y empresas velaran por la obra que algunos centros realizan desde lo humano, el arte, el deporte, etc.
Este enfoque es diferente ¿Qué acto de servicio ha tenido con su hija/o en los últimos cinco días? Es probable que piense “ninguno” o que la última vez, fue cuando juntos agasajaron a niños de una comunidad cercana y necesitada en Navidad. Esto también es maravilloso porque son ocasiones en familia que generan un ejemplo a emular por nuestros niños en el futuro. Aprenden a ser empáticos, a ayudar al prójimo, a servir.
Sin embargo, nos equivocamos al limitar nuestras acciones a esos hechos importantes de una vez al año. Vuelvo a preguntar, ¿cuál fue el último servicio con su familia? Lo más probable es que ocurrió hace un par de minutos, o a lo mucho hace unas horas. Servicio también es alistarlos para llevarlos a la escuela, prepararles su refrigerio, ayudarlos a estudiar para la prueba de matemáticas, “ser chofer” de sus academias, acompañarlos en la parada de bus… es cada pequeño acto que lamentablemente hoy se ha infravalorado e incluso tachado como obligación o un trabajo no remunerado, sin darnos cuenta de que en los detalles se construye un recuerdo eterno en los pequeños, y si el servicio viene con amor, cala muy adentro, dando paso a la gratitud.
Preguntémonos ¿Qué es lo que recordamos de mamá o papá en nuestra niñez y cómo nos cuidaban? Vemos con aprecio tantas malas noches sin dormir por cuidarnos y aliviarnos de alguna enfermedad. Agradecemos el esfuerzo por cumplir nuestro sueño de asistir a alguna academia o curso y conectar con personas de gustos afines. Recordamos cuando nos ayudaron a arreglar una muñeca o la bicicleta. Y entonces, ahí están: gratitud, amor, crianza, servicio. Si no lo recuerda así, no se preocupe, hay otros cuatro lenguajes, que posiblemente fueron más importantes para usted. (O)