Urgencia hídrica

Eduardo Sánchez Sánchez

El País entero y muy particularmente el austro y la Ciudad de Cuenca, estamos viviendo un estiaje que preocupa intensamente por la disminución de los caudales en todos los ríos que alimentan la provisión del agua para la potabilización, así como la generación hidroeléctrica, cuyo corazón a nivel nacional se encuentra en el río Paute de genética y matrícula azuaya. También el agro se ve drásticamente golpeado.

Llegaron los apagones, estos hablan de la oscuridad imprimida por las autoridades vinculadas al tema, así como la crisis que se genera en el común de los negocios, hogares, tránsito motorizado sin semaforización, daños en equipos electrónicos y eléctricos, interrupción de las comunicaciones, transporte, cierre de gasolineras, supermercados, locales comerciales, cajeros automáticos, desperdicio de alimentos, provisión de agua, elevadores de edificios, producción industrial, alteración en el estudio de niños y jóvenes, etc.

Tal vez es el cambio climático global, laceración de la vida y gestor de caos. Para la Naturaleza es un reciclaje, una renovación, en tanto para la especie humana significa dolor, hambre, penurias y muerte. No hemos aprendido pese a los síntomas que nos instruían este oscuro capítulo en nuestro Planeta, considerado por las mayorías como ajeno, conociéndole como el único habitáculo del que disponemos. La reforestación y cuidado de los diferentes hábitats es casi una quimera, no así las disposiciones gubernamentales para disponer de nuestro suelo y subsuelo en el crítico capítulo de la minería, asunto negado por consulta popular.

Es impostergable el manejo de las génesis hídricas de los ríos cuencanos, imitando lo actuado con técnica y respeto en el río Machángara, mediante un gran proyecto en el Cajas, “Dos Chorrera y quebrada de Rasullana”, que almacenaría más de 2 ½ millones de metros cúbicos de agua, a usarse en tiempo de estiaje, garantizando lo básico para los habitantes de Cuenca. También debe ser cuidado el Yanuncay, hoy en proceso de deterioro antropogénico, sabiendo que tenemos déficit de agua para todos sus usos. (O)