¡Qué rabia me da escribir estas letras! Tengo una ira al mirar como una mujer nuevamente es asesinada. Pero más enojo tengo con las autoridades incompetentes. Sí. Con esos que pasan de coctel en coctel. Con esos que en fiestas de Cuenca se ponen sombreros y gafas obscuras. Con esos que son priostes en el Septenario o en el Pase del Niño Viajero. Con los que son condecorados por alguna ilógica razón.
Pasaron más de 30 días para “mejorar” una foto. ¡Irracionales! Todo el tiempo tenían las pruebas y para no “entorpecer” las investigaciones no la hicieron pública. ¡Carajo, por qué! ¿Qué error tapaban? Tuvo que ser la propia Universidad de Cuenca, la que, con agallas y sin miedo a entorpecer el “debido proceso” u otro argumento de los funcionarios de quinta, publicaron la foto de Abigail con el sospechoso.
A las pocas horas se dio con el paradero del asesino confeso. ¿Y saben qué? Desde la propia cárcel de Turi dieron aviso de que este homicida meses atrás salió de la prisión, por el delito de violación. Pero accedió al beneficio de la prelibertad. ¡Infelices! Dieron la libertad a un monstruo. Esos no tienen arreglo. La justicia también tiene que investigar a esos funcionarios, que, con puño y letra, garantizaban que ese individuo podía caminar libremente sin ser un riesgo para la sociedad.
Se dan cuenta. Únicamente el pueblo salva al pueblo. No nos queda más que seguir organizándonos. Si no nos defendemos por nuestra propia cuenta, los criminales y los violadores van a continuar campantes. Saben que el sistema de justicia es un meme. Por más que los detienen, a las pocas horas salen en libertad. En fin. La nueva Asamblea Nacional tiene pocas horas en funciones. En vez de pasar festejando el Día del Queso o del Encebollado, dejaranse de pavadas y legislarán por el pueblo. Ya no se puede salir tranquilo porque te vacunan, te pegan, te matan, o te violan. Gracias Universidad de Cuenca por permanecer vigilantes en este caso. Si no era por ustedes