COLUMNISTA

Bienal de narrativa

Un inusitado éxito alcanzó la Primera Bienal de Narrativa, denominada “Eliécer Cárdenas Espinoza”, impulsada y patrocinada por la Universidad de Cuenca, el gobierno Provincial del Azuay y el colectivo cultural y literario “Casa Tomada”, integrado por destacados e ilustres escritores cuencanos.  Este primer llamamiento, sin duda, cumplió con su cometido y sus expectativas, ya que participaron 98 destacados escritores de Cuenca, Quito, Guayaquil, Manabí, Loja, Saraguro, Santa Rosa, Daule, Naranjal, Huaquillas, etc. Es más, fue muy gratificante, porque entre los inscritos se nota el surgir de una nueva generación de escritores jóvenes, con lo cual se ha cumplido uno de los principales objetivos; a sabiendas que el 30% de los participantes cifraban una edad entre 21 y 35 años.

De acuerdo al jurado calificador, el nivel literario de los participantes fue muy bueno, por la temática, los puntos de vista, la escritura, la creatividad y la construcción estilística. El primer premio fue asignado al escritor manabita Geovanny Benavides, con la obra: “Las palabras del aire vacío, la novela de Kafka”. El libro resume la biografía, la vida y la trayectoria de Franz Kafka, el gran escritor Checo, considerado el autor más relevante y lúcido del siglo XX. A decir del ganador, el propósito principal de su trabajo, fue rendir homenaje al maestro de Praga, quién el próximo año cumple un siglo de su muerte. En esta obra, el autor afirma evidenciar, por un lado, hechos y facetas del gran escritor; por otro lado, analiza responsablemente algunas de sus obras más significativas, pero con total amenidad y profundidad, tratando de tender un puente entre el lector moderno y Kafka, ofreciendo así una nueva perspectiva sobre su influencia literaria.

En buena hora por estas nuevas actividades culturales y literarias que, sin duda, despiertan el interés de los amantes de la literatura; más, si se rinde un justo homenaje a ese gran escritor azogueño de nacimiento, pero cuencano de corazón, como fue Eliécer Cárdenas Espinoza, cuyas huellas quedaron impresas en nuestra memoria. Mis cálidas felicitaciones a los organizadores, esperando que esta bienal perdure por mucho tiempo. Solo el poder de la palabra bien estructurada y bien intencionada, nos salvará de esta vorágine en la que se ha convertido la humanidad. (O)

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