Sí, casi, por no decir solo en el Ecuador, se dan situaciones que abisman, en efecto, solo en este país se conoció que se tostó granizo; que antes que salga la orden de captura se le da a conocer al corrupto para que huya; que luego de martirizar a los toros con cohetes y gritos destemplados se les degüellan y se ingiere la sangre burbujeante en vasos ¡cual alimento de los dioses!; que migrantes orondos delegan construir grandes casas en los campos para dar cabida luego a los animales domésticos; que “amables políticos en tiempos de campaña” viven en casitas dicen rentadas y de “pobres” para luego de terminar con el sagrado servicio a la patria regresar a sus mansiones en otros países; que antes de que se posesione de Presidente un joven mandatario se le desea de “shungo” que fracase; que después de elogiar a la raza negra y de admirar a la Fiscal, hoy se le tilda de exestudiante corrupta y se aspira a que desparezca; pero, lo que más llama la atención, es que en este territorio para asombro y estudios investigativos, se ha logrado mezclar el AGUA CON EL ACEITE.
Un intento llevado a la realidad, manifestado en que: las llamadas izquierdas con derechas se han mezclado, en efecto, el partido Social Cristiano con la Revolución Ciudadana hoy son un solo componente, se han homogenizado, se han transformado en una cofradía, dicen que con fines altruistas y hasta piadosos. No nos olvidemos que siempre han preconizado que son los unos de derecha y los otros de izquierda, unos de la línea neoliberal, y los otros ya “maduros” de la línea de Sao Paulo, empero, hoy alarmados con el nuevo y sorprendente cuco argentino (Milei); en fin, en la Asamblea Nacional, para casi Ripley, se ha logrado homogenizar al agua con el aceite.
Los “casi utilizados” sufragantes ecuatorianos tenemos para contar que las intentonas dan sus frutos, para presentar a la Academia de los premios Novel que en el Ecuador se ha mezclado el agua con el aceite, como un abrazo con besos entre Biden y Putín o entre Hamas y Netanyahu. ¡Ojalá no traten de experimentar malévolamente con el joven Presidente! (O)