El prekínder cívico es gratuito para los políticos infantes, sus costes son pagados por el estado ecuatoriano. Esta etapa de formación es de carácter obligatorio para todas y todos los legisladores. Las materias que deben aprobar para ser parte de la Asamblea Nacional (AN) son: Justicia, Honorabilidad, Verdad, Patria, Trabajo. Estas son materias básicas de obligatoria aprobación. Permítanme una ligera explicación de cada una de ellas.
JUSTICIA: se trata de comprender a cabalidad que es menester obrar y juzgar respetando la verdad y dando a cada uno lo que le corresponde.
HONOR: es una cualidad moral que lleva al sujeto a cumplir con los deberes respecto al prójimo y a uno mismo, a respetar su juramento.
VERDAD: la correspondencia entre lo que pensamos o sabemos con la realidad. Cuando esto no sucede nace la mentira, el aferrarse a lo falso a sabiendas que difiere de aquello que en realidad sucedió. La verdad está siempre cortejada por la honestidad, la sinceridad y la franqueza.
PATRIA: todo asambleísta debe tener conceptos claros sobre la patria a la que pertenece, su tierra, su gente que defiende, sus leyes y su rol respecto a su presencia en un organismo legislativo. ´Amor de Patria comprende cuanto el hombre debe amar: su Dios, sus leyes, su hogar y el honor que los defiende,’ Juan León Mera.
RESPONSABILIDAD: es asumir las consecuencias de nuestras acciones y decisiones; es tratar de que todos nuestros actos sean realizados de acuerdo con una noción de justicia y de cumplimiento del deber en todos los sentidos.
Estos conceptos están en todas las enciclopedias, son palabras que las oímos desde pequeños, con ellas nos formaron en hogares y escuelas.
Este vocabulario mínimo debe conocer quien aspira al servicio público y a más de conocerlo debe ser parte de su vida, es decir, hablamos de personas conscientes de sus responsabilidades, conocedoras a carta cabal del bien y del mal, a fin de obrar correctamente. Un par de ejemplos.
Es inconcebible que un grupo de legisladores se una para forjar leyes que borren las condenas de amigos o simpatizantes, mediante falsos testimonios o para forjar delitos inexistentes y condenar a quienes combatan la corrupción. Si los asambleístas pisotean el honor, la verdad y la justicia merecen la cárcel y nuestro repudio. La verdad y la dignidad deben darse la mano. La AN no debe ser sede de corruptos ni sinvergüenzas. (O)