El Ecuador no tiene cura, pues adolece de un cáncer crónico en política que se llama alianza país, tan agresivo que forma metástasis a todo lo ancho del vulnerable cuerpo ecuatoriano, que intenta cambiar y cree en determinadas medicinas para salvarse, más se ve que antes de que se posesione Noboa, ya nos encontramos totalmente desesperanzados y engañados, pues en bien de la gobernabilidad, se realizaron pactos que entregan vicepresidencias del congreso a Veloz cuya imagen que circula en redes en compañía de mafiosos y en paños menores (cosa que no aseguro porque en redes también existen mañoserías de novela) y Recalde a quien se le escuchó claramente en componendas de diezmos, demuestra que Noboa iniciará perdiendo autoridad y poder de cambio. Algunas comisiones importantes como la de fiscalización recayó en la bancada verde, que inmediatamente, antes ni de sentarse, revisará la amnistía para el “cerebrin” Patiño que ocupó varios ministerios en el delincuencial gobierno de Correa, el mismo, no lo olviden, de la narcovalija en aviones de la presidencia. La alfombra roja, la fastuosidad que llora ante la pobreza del pueblo. Vestidos de reinas de alta sociedad con carteras de 2000 dólares según dicen los medios entendidos, usaron las más que mediocres asambleístas, demostrando que todo es un teatro para continuar en el mismo riel del dispendio, contubernio, diezmos, sobreprecios y muchas otras pequeñitas tretas ya acostumbradas.
Empezamos mal. La esperanza de que un presidente joven tire al traste todas las mañas, se diluye en meras ofertas de campaña. El mayor e inmenso problema de ser un narcoestado, donde ordenan los enormes capitales de la droga que lo compra todo y las organizaciones de pandillas muy fuertes que dirigen cárceles de donde salen ordenes de sicariatos y más, muestra cada vez más lejana la solución. La desbandada humana de venezolanos de baja ralea, vuelve imposible una vida segura en calles y barrios, los cuales se organizan en contra de toda ley y pretenden ajusticiar a todo ladrón cogido, como se lee en los innumerables letreros en los barrios de Cuenca.
Abrazos y besos entre actores que se creían irreconciliables es el pan del día en la Asamblea, lugar donde deberían habitar: dignidad, honestidad, lucha por el pueblo y las más elevadas virtudes que el pueblo perciba como ejemplos a seguir, están ausentes. (O)
