La casta

CON SABOR A MORALEJA Bridget Gibbs Andrade

Una nube de desconcierto cubrió el país luego de que Noboa, sí, él mismo que esperábamos sea la antítesis de Lasso, llegó a acuerdos con los impresentables de Nebot y Correa respecto a la nueva Asamblea Nacional que, a propósito, despide más fetidez que la anterior. En los países con democracias civilizadas se acostumbra que los opositores políticos conversen y diriman sobre sus posturas políticas, y las den a conocer públicamente.

En este caso, los impresentables y el futuro presidente no han dicho ni pío a la ciudadanía sobre el pacto al que han llegado, ni los motivos detrás de este. Cuando la funcionaria desprestigiada del CNE entregó las credenciales de la Presidencia a Noboa, este aseguró que su gobierno jamás estará a favor de la impunidad.

Sin embargo, es vox populi la repartición de las comisiones legislativas. Luego de que seis de las quince comisiones se entregaran a correístas, además de la primera y segunda vicepresidencia de la Asamblea, y cinco a los del PSC, parece ser que a las palabras de Noboa se las llevó el viento y que, muy a pesar nuestro, se divisan aires de impunidad para los que desfalcaron al país. ¿Quién puede creer que estos angelitos sancionarán a los hampones que se alzaron con el santo y la limosna y que, además, son miembros y dirigentes de sus movimientos políticos?

Es intolerable que la primera vicepresidenta del órgano legislativo sea una mujer veloz para administrar moteles; y que el segundo vicepresidente, con un nombre impronunciable, como los accidentes geográficos de Medio Oriente, haya sido investigado por denuncias de cobros de diezmos. También es intolerable y un insulto al Ecuador que, nuevamente, los atracadores del país presidan el CAL.

Para tener náusea no es necesario estar embarazada, o haberse tomado unos traguitos demás, o sufrir de indigestión por consumir alimentos en mal estado. Basta con otear nuestro horizonte político para que esta llegue con fuerza y no se vaya. Mientras los argentinos celebran la derrota de “la casta”, esa pandilla que saqueó a la Argentina y a la que Milei señala por utilizar la política para robar a los ciudadanos, en Ecuador, el joven imberbe, permitió el regreso de la “casta” ecuatoriana al pactar con ella.

Es imperdonable que haya concertado con delincuentes que andan por los tejados del mundo evadiendo la justicia; los que quieren bajarse a la Fiscal General y apropiarse de la Contraloría y demás instituciones del Estado para seguir despellejando al país. Las aspiraciones de la “casta” ecuatoriana la delatan. Cada vez está más claro el por qué Villavicencio fue asesinado… (O)