El Presidente Daniel Noboa, al posesionarse del cargo, pronunció un escueto discurso, en el que hizo apenas mención a los problemas más acuciantes del país: violencia y desempleo, señalando que propondrá reformas legales urgentes que deben ser tratadas con responsabilidad y pensando en el país.
Llamó a la unidad, a romper el ciclo de revanchas, reiterando que no es anti nada sino pro Ecuador.
Señaló que la elección de las dignidades de la Asamblea y la suya, sólo se pueden justificar por la necesidad del cambio que con sentido de urgencia el país requiere.
Dijo que tiene una visión renovada, que es un hombre libre y pragmático, que con empatía busca mejorar la vida de los ecuatorianos, y que costará encasillarlo en viejos paradigmas políticos o ideológicos.
Habló apenas 10 minutos, dio la impresión que tenía urgencia por comenzar a trabajar.
Ojalá ser un hombre de pocas palabras, pero un joven de acción -como se define-, sea un buen augurio.
Necesitamos que lo haga bien y que nos vaya bien. (O)