Es casi regla que en los matrimonios jóvenes existan discordias apenas las sábanas se enfrían, para luego arreglar diferencias entre cariños y abrazos. Daniel y Vero, se divorciaron sin entrar a su tálamo en Carondelet y parecería que se vuelve irreconciliable la situación ante el alejamiento que propone el y que ella ya acepta, de vivir en Israel en búsqueda de un arreglo de un conflicto muy serio. Me parece que todo esto por falta de momentánea sensatez, de la Sra vicepresidenta que reacciona sin pensar en su alto nombramiento y en el Ecuador mismo y decide, con su traje elegantísimo de corte francés, ir a una plaza pública a comer “hornado” sentada en bancas rusticas.
La posesión fue elegante y parecía más bien una fiesta de los Oscar. Cada una de las personalidades invitadas, trataban de llamar la atención, de tal manera que se vieron trajes apretados y escotados hasta el ombligo y otros diseñados especialmente para autoridades de pueblos amazónicos. De alguna manera salta a la vista, que personalidades que dirigirán la Asamblea y que pregonan el socialismo, usen carteras de miles de dólares, como lo aseguran los expertos en diseño y marcas, mientras el pueblo no logra sostenerse con lo que gana y mucho peor el enorme pelotón de desempleados que sufren lo indecible y aumentan el conflicto de la delincuencia que les obliga su hambre.
Pero todo esto se vuelve intrascendente ante la magnitud del descalabro económico en el que dejan las cuentas al nuevo gobierno, que en senda rueda de prensa, nuestro ministro Vega asegura, con datos ciertos y reales, que tenemos en arcas fiscales y cuenta única del tesoro 184 millones de dólares, en contraste con atrasos millonarios de 2.872 millones de dólares con el IESS los GAD y otros instituciones públicas y privadas del país. Afirma responsablemente que el déficit fiscal para el cierre del 2023 superará los 5.000 millones de dólares que es el 5 % del PIB y que la deuda total externa e interna está entre los 63 mil millones de dólares. Se da el caso que, ahora en diciembre, para pagar la nómina burocrática de empleados e instituciones que reciben del estado, no tienen y deberán recurrir a nuevos empréstitos, conducta que es ya consabida y parte de nuestra crisis.
Estamos en la ruina y en un país empobrecido terriblemente. De tal manera que el divorcio, el circo, la vanidad expuesta, son pequeños deslices de una sociedad decadente y que nuestro Ecuador no será factible que salga de su ruina, si no atacan con fuerza: corrupción, narcoestado, justicia y ladrones prófugos y otros tapados. (O)