Todos los ciudadanos, se preguntan cómo estuvo el 2023 desde luego marcado por una sensación de amenaza permanente; un aumento de las desigualdades y un malestar de una parte importante de la población, que condujo a nuevas elecciones, o incluso, el impacto que deja una pandemia, que si bien al descubierto hay mucha solidaridad y generosidad nos ha ido bien…Pero por todo lo demás arroja un balance inquietante en cuanto a la violencia, a la inseguridad comercial, que no disminuye, sino que crece, y puede llegar a ser paralizantes; y que decir con “los de arriba” pueden ser corruptos, malversar el dinero de todos; y todo se les perdonara por parte de sus socios, mientras que a “los de abajo” no nos perdonan ni una multa.
Por principio nos obliga a preguntar por las causas. Hay estructuras de injusticias y por ende una cultura de falacias que justifica esta realidad, es un modo de vida, como el ritmo de un consumo desaforado y crematístico, con un solo ideal de “felicidad” individualista. En un mundo donde los valores, y la virtualidad se encoge de hombros y el dolor de los otros nos perturba, donde la compasión va desapareciendo, y van enmascarados por mil y un discurso de justificación.
Estimado Lector, Usted dirá esto nos hace tomar conciencia y la necesidad de preservarlo, y este 2023, bajo este malestar hay situaciones vitales bien concretas: Injusticias palpables y una cultura deshumanizante hasta límites insospechables, que los políticos de turno lo miran de una manera abstracta, sin fundamentarla en nuestra manera de vivir, sin vivienda, sin educación, y sin empleo…Esperemos que no huyan de la raíz de los problemas, de las realidades que duelen, y tener que seguir inmigrando, y nos cuestionan nuestra verdad. (O)